La influencer revela detalles sobre su relación y la falta de matrimonio legal.

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La vida personal de Noemí Salazar
Noemí Salazar, conocida por su autenticidad y cercanía con sus seguidores, ha compartido aspectos de su vida que han sorprendido a muchos. A pesar de su estilo de vida expuesto en redes sociales, hay detalles que permanecen en la intimidad.
Recientemente, la influencer ha revelado que no está casada legalmente con su pareja, Antón Suárez, con quien tiene dos hijos. Esta noticia ha generado un gran interés entre sus seguidores, quienes han solicitado más información sobre su situación sentimental.
El matrimonio ante la comunidad gitana
En una reciente aparición en Instagram, Noemí explicó que, aunque celebró una ceremonia de boda ante su comunidad gitana, este acto no tiene validez legal. «Yo ante mi Iglesia estoy casada, pero eso no tiene ningún valor legal», afirmó. La influencer enfatizó que para formalizar su matrimonio, es necesario acudir al Ayuntamiento o al registro civil. Esta aclaración ha dejado a muchos de sus seguidores reflexionando sobre la importancia de los rituales y su significado en diferentes culturas.
La decisión de no casarse por la Iglesia católica
Noemí también abordó su postura respecto a la celebración de una boda religiosa. A pesar de haber tenido una ceremonia simbólica, ha decidido no casarse por la Iglesia católica, ya que profesa la fe cristiana evangélica. «Me tengo que casar porque tengo niños y hay que dejar las cosas hechas», explicó, refiriéndose a sus hijos, Mimi y Antoñito. Esta declaración ha suscitado un debate sobre las diferentes formas de entender el matrimonio y su relevancia en la vida familiar.
La búsqueda de apoyo en trámites legales
La influencer ha manifestado su dificultad para llevar a cabo los trámites legales necesarios para formalizar su relación. «Es que no sé pedir cita, no sé hacer la gestión», comentó, lo que ha llevado a muchos de sus seguidores a ofrecerle ayuda. Este aspecto de su vida resalta la vulnerabilidad que a veces enfrentan incluso las figuras públicas, quienes, a pesar de su éxito, pueden encontrarse con desafíos cotidianos.