El tenista italiano muestra su dominio tras tres meses de ausencia.

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Un regreso esperado
La atmósfera en Roma era electrizante cuando Jannik Sinner, el joven prodigio del tenis italiano, hizo su esperado regreso al circuito tras una ausencia de 104 días. La multitud, emocionada, vitoreaba su nombre mientras él se preparaba para enfrentar al argentino Mariano Navone.
Con un contundente 6-3 y 6-4, Sinner demostró que su tiempo fuera de las canchas no había afectado su juego. La sanción impuesta por el Tribunal de Arbitraje Deportivo (TAD) quedó atrás, y el tenista se mostró decidido a recuperar el tiempo perdido.
Dominio en la cancha
Desde el primer set, Sinner mostró su habitual control sobre el partido. A pesar de los tres meses de inactividad, su rendimiento fue impresionante. “Volver así es increíble”, expresó el italiano, quien destacó la diferencia entre entrenar y competir. Su regreso no solo fue un triunfo personal, sino también un mensaje claro a sus rivales: sigue siendo uno de los mejores del circuito. Con una velocidad de pelota que alcanzó hasta 4.180 revoluciones por minuto, Sinner dejó claro que su juego es una fuerza a tener en cuenta.
Expectativas para Roland Garros
A medida que se acerca Roland Garros, Sinner se siente optimista. “Espero poder jugar un par más de partidos para comprobar dónde estoy ahora mismo”, comentó. Con 22 victorias desde su última derrota ante Carlos Alcaraz en Pekín, el italiano está listo para enfrentar nuevos desafíos. Su enfoque es claro: mejorar día a día y disfrutar del proceso. A pesar de las dudas que pueda tener, su determinación es evidente. “Si no tuviera dudas, sería raro”, reflexionó, mostrando una madurez que lo distingue en la cancha.
La situación de Iga Swiatek
Mientras Sinner celebra su regreso, la situación de Iga Swiatek es diferente. La polaca, que ha sido un pilar en el circuito femenino, sufrió una sorpresiva derrota en Roma, lo que la aleja del top-3. “No estoy haciendo las cosas bien”, admitió Swiatek, quien busca recomponerse antes de Roland Garros. Su caída en el rendimiento contrasta con el resurgimiento de Sinner, lo que añade un elemento de intriga a la próxima temporada de tierra batida.