El expresidente de Estados Unidos, Joe Biden, ha sido diagnosticado con cáncer de próstata en un estado avanzado.
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Un diagnóstico preocupante
El expresidente de Estados Unidos, Joe Biden, ha sido diagnosticado recientemente con cáncer de próstata en un estado considerado «agresivo». Este diagnóstico fue confirmado por su oficina a través de un comunicado oficial, donde se detalla que el expresidente experimentó un aumento en los síntomas urinarios, lo que llevó a la realización de un examen médico más exhaustivo.
El diagnóstico se produjo tras el hallazgo de un nódulo prostático, y se informó que la enfermedad presenta una puntuación de Gleason de 9, lo que indica una forma más severa del cáncer. Además, se ha confirmado que el cáncer ha hecho metástasis en los huesos, lo que complica aún más su tratamiento.
Opciones de tratamiento y pronóstico
A pesar de la gravedad del diagnóstico, los médicos han señalado que el cáncer parece ser sensible a las hormonas, lo que abre la puerta a un tratamiento potencialmente eficaz. La familia de Biden está actualmente revisando diversas opciones de tratamiento junto a su equipo médico, lo que sugiere que están tomando medidas proactivas para abordar esta situación crítica.
El expresidente, quien dejó la Casa Blanca en enero de 2025, ha enfrentado cuestionamientos sobre su salud y capacidad para continuar en el cargo debido a su edad. Sin embargo, en un examen físico realizado a principios de 2024, su médico personal lo declaró apto para seguir desempeñando sus funciones.
Impacto en la política y la vida personal
La noticia del diagnóstico de Biden ha generado un gran interés en los medios y entre el público, especialmente considerando su reciente decisión de no buscar la reelección y en su lugar apoyar a su vicepresidenta, Kamala Harris, en las elecciones de 2024. Harris, sin embargo, fue derrotada por Donald Trump, lo que ha añadido una capa de complejidad a la situación política actual.
En febrero de 2023, Biden había pasado por una cirugía exitosa para extirpar una lesión cancerosa en el pecho, lo que había generado esperanzas sobre su salud. Sin embargo, este nuevo diagnóstico plantea serias preguntas sobre su bienestar y el futuro de su familia. La comunidad política y sus seguidores están atentos a los próximos pasos que tomará Biden en su tratamiento y recuperación.
