La reina Letizia y el rey Felipe destacan en la ceremonia del Vaticano
Este domingo, los reyes de España, Felipe VI y Letizia, hicieron su aparición en la plaza de San Pedro para asistir a la misa de inicio del pontificado de León XIV. Este evento se produce tres semanas después del funeral del papa Francisco, marcando un momento significativo en la historia reciente de la Iglesia Católica.
La reina Letizia, al igual que otras dignatarias como Matilde de Bélgica y la gran duquesa María Teresa de Luxemburgo, lució un elegante vestido blanco midi con drapeado en el escote, complementado con una mantilla de encaje y tul. Este atuendo blanco es un privilegio que el Vaticano otorga a las reinas que han mantenido lealtad al papa de Roma desde tiempos de la Reforma.
Por su parte, el rey Felipe optó por un uniforme de gala de capitán general, en contraste con el traje oscuro que llevó en el funeral del papa Francisco.
En esta ocasión, los reyes estuvieron acompañados por varias figuras destacadas del gobierno español, incluyendo a las vicepresidentas María Jesús Montero y Yolanda Díaz, así como al ministro de la Presidencia, Félix Bolaños, y al líder de la oposición, Alberto Núñez Feijóo. Este tipo de eventos subraya la importancia de la monarquía en la representación del Estado español en el ámbito internacional.
El protocolo vaticano, que prioriza a los representantes del país de origen del nuevo Papa, se hizo evidente en la disposición de los asientos. En la primera fila se encontraban el vicepresidente de los Estados Unidos, J.D. Vance, y la presidenta de Perú, Dina Baluarte, junto a otros líderes europeos como el presidente y la primera ministra de Italia, Sergio Mattarella y Giorgia Meloni.
La ceremonia también contó con la presencia de otros miembros de casas reales europeas, como los reyes Felipe y Matilde de Bélgica, el jeque Sheikh Saud bin Saqr al Qasimi de Emiratos Árabes Unidos, y la reina Máxima de Holanda, entre otros. Este encuentro de dignatarios no solo resalta la relevancia del nuevo pontífice, sino también la unión de las monarquías europeas en momentos de cambio y transición.
La misa de inicio del pontificado de León XIV no solo fue un evento religioso, sino también un símbolo de la continuidad y la tradición dentro de la Iglesia Católica, así como un reflejo de las relaciones diplomáticas y culturales entre España y el Vaticano. La presencia de los reyes de España en este evento subraya su papel como embajadores de la nación en el contexto internacional, reafirmando la importancia de la monarquía en la política y la sociedad contemporánea.
