Explorando la infancia de Luke Evans y su vida como testigo de Jehová
Una infancia marcada por la fe
Luke Evans, reconocido actor galés, ha compartido detalles íntimos sobre su infancia, marcada por su crianza como testigo de Jehová. Desde muy joven, Evans experimentó una vida llena de restricciones y normas que lo hicieron sentir diferente de sus compañeros.
La religión de sus padres influyó en su vida cotidiana, limitando actividades comunes como la celebración de cumpleaños y las interacciones sociales. En una reciente entrevista, el actor reflexionó sobre cómo esta experiencia lo convirtió en un blanco para el bullying en la escuela, lo que le generó sentimientos de soledad y aislamiento.
La búsqueda de conexión
A pesar de las dificultades, Evans recuerda su infancia con cariño, destacando la cercanía con sus padres. A los 11 años, comenzó a sentir que el mundo era más amplio de lo que conocía y anhelaba conectar con otros. Esta búsqueda de pertenencia lo llevó a dejar su hogar a los 16 años y mudarse a Gales, donde comenzó a explorar su identidad y su pasión por la actuación. Evans ha mencionado que, aunque su crianza fue dura, siempre tuvo una familia amorosa que lo apoyó en sus decisiones.
Recuerdos de su tierra natal
El actor también ha compartido su amor por su tierra natal, Gales, y cómo ha cambiado con el tiempo. A pesar de que el paisaje ha sido transformado por nuevos desarrollos, Evans guarda gratos recuerdos de su infancia, como las vacaciones en Saundersfoot y las noches de pesca con su primo. Estos momentos, aunque simples, han dejado una huella profunda en su memoria. La nostalgia por su hogar y su infancia es evidente en sus palabras, y a menudo se siente perdido en las nuevas calles de su ciudad natal, lo que refleja su conexión emocional con el pasado.
