La devastadora avalancha en Blatten revela la vulnerabilidad de las regiones montañosas ante el cambio climático.
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Una tragedia natural en Blatten
El pequeño pueblo de Blatten, ubicado en el cantón suizo de Valais, ha sido devastado por una avalancha de hielo, rocas y barro que ha sepultado prácticamente toda la localidad. Este desastre, ocurrido el miércoles, fue provocado por el colapso del glaciar Birch, dejando a 300 personas sin hogar y un desaparecido.
Las imágenes aéreas captadas por drones muestran un paisaje desolador, donde antes había casas, caminos y praderas, ahora cubiertos por un manto gris de escombros.
La magnitud del deslizamiento
El deslizamiento de tierra fue de una violencia devastadora, arrasando el 90% del casco urbano.
Se estima que alrededor de 3,5 millones de metros cúbicos de material descendieron la ladera a gran velocidad, bloqueando el curso del río Lonza. Según la televisión pública suiza RTS, este evento natural no solo ha destruido infraestructuras, sino que también ha generado nuevos riesgos de inundaciones en la zona debido al bloqueo del río.
Advertencias de los expertos
Desde mediados de mes, el glaciar Birch había comenzado a desprender rocas, lo que llevó a las autoridades a emitir una orden de evacuación para los 300 habitantes del pueblo. Kamal Weiss, un experto que supervisaba el glaciar, declaró que la situación era predecible: «Sabíamos que era cuestión de tiempo. La ladera estaba saturada de agua de deshielo y el glaciar actuaba como una cuña inestable entre la roca y el vacío». Este evento ha sido calificado como un desastre natural, pero no una sorpresa, lo que pone de relieve la creciente inestabilidad de las regiones montañosas debido al cambio climático.
El impacto económico de esta tragedia es considerable. La destrucción de las infraestructuras locales afectará gravemente a la comunidad, que ahora enfrenta la difícil tarea de reconstruir sus vidas. Además, el bloqueo del río Lonza plantea serios riesgos de inundaciones en los próximos días, lo que podría agravar aún más la situación. Este evento en Blatten sirve como un recordatorio alarmante de las consecuencias del cambio climático, donde áreas antes consideradas seguras pueden volverse inestables en un futuro cercano.
