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Escalada del conflicto en Los Ángeles – Guida completa

Los Ángeles vive una noche de caos absoluto. En la tercera jornada de disturbios, la guardia nacional se desplegó y la violencia escaló a niveles alarman...

Los Ángeles vive una noche de caos absoluto. En la tercera jornada de disturbios, la guardia nacional se desplegó y la violencia escaló a niveles alarmantes. Tras una manifestación que parecía pacífica durante el día, la tensión estalló nuevamente al caer la noche.

En varios puntos de la ciudad, los manifestantes, un grupo reducido pero decidido, lanzaron objetos a las fuerzas de seguridad, que respondieron con gases lacrimógenos y balas de goma. Aunque inicialmente parecía haber menos violencia que en la noche anterior, las detenciones no tardaron en llegar.

Escalada del conflicto en Los Ángeles

La jornada cerró con un aumento en las tensiones, justo cuando el presidente Trump intensificaba su retórica beligerante. A medida que la disputa entre Washington y California se caldeaba, Trump, en un tono provocador, aseguró que arrestaría al gobernador Gavin Newsom si tuviera la oportunidad. Las palabras del presidente no son solo un comentario casual; son una clara declaración de intenciones en un clima de creciente polarización.

Trump y Newsom: un enfrentamiento verbal

En su regreso a la Casa Blanca, Trump se refirió a la situación en California y cómo Newsom estaba desafiando al zar fronterizo, Tom Homan, quien había amenazado con detener al gobernador. La respuesta de Newsom fue desafiante: “Arréstame”. Trump, en un tono burlón, afirmó que si fuera Homan, lo haría. Pero las palabras de Trump no solo buscan provocar; son una estrategia deliberada para desestabilizar aún más a un estado que él considera un bastión de oposición.

La reacción de Newsom

Newsom no tardó en responder a estas provocaciones. Afirmó que la acción de Trump es un paso hacia el autoritarismo. En un mensaje contundente, acusó al presidente de avivar el fuego y de actuar ilegalmente al enviar a 2.000 miembros de la Guardia Nacional. Este despliegue, argumentó, es un claro intento de eludir las leyes estatales y sembrar el caos. “Estamos ante una provocación”, agregó, haciendo eco de la preocupación de muchos californianos.

La militarización de las protestas

La situación tomó un giro inesperado cuando el Pentágono decidió enviar 700 marines para apoyar a la Guardia Nacional. Aunque su misión inicial no consiste en interactuar con los manifestantes, la presencia de estos soldados en una ciudad estadounidense es un hecho sin precedentes. Esta respuesta militar, más que un intento de restaurar el orden, parece diseñada para aumentar la tensión y el miedo en la población.

Una ciudad en estado de alerta

Los Ángeles amaneció con una sensación de inquietud. A pesar de una aparente calma, la posibilidad de enfrentamientos seguía latente. La policía local, con una fuerte presencia en las calles, se preparaba para cualquier eventualidad. Las protestas, que comenzaron como un rechazo a las redadas de inmigrantes, se han convertido en un campo de batalla entre ciudadanos y fuerzas del orden. La imagen de la ciudad ahora está marcada por el temor y la incertidumbre.

La retórica incendiaria de Trump

Trump no se detiene. Durante su regreso, se refirió a los manifestantes como “insurrectos”, un término que resuena en sus círculos cercanos y que busca justificar el uso de la Ley de Insurrección de 1807. Esta ley le otorga amplias facultades para movilizar al ejército en situaciones que considere peligrosas. “Vamos a tener tropas en todas partes”, amenazó, intensificando aún más el clima de tensión.

Consecuencias de la intervención federal

Las acciones del presidente y la respuesta militar han generado un clima de caos. Hasta el despliegue de la Guardia Nacional, la violencia no había alcanzado niveles alarmantes. Ahora, con la situación fuera de control, las escenas de vandalismo y enfrentamientos se han vuelto comunes. La alcaldesa de Los Ángeles, Karen Bass, señaló que este desorden era completamente evitable y culpó al gobierno federal por la escalada del conflicto.

Una lucha por la civilización

El asesor de Trump, Stephen Miller, acentuó la narrativa al afirmar que se trata de una lucha por salvar la civilización. Este tipo de discurso solo sirve para aumentar la polarización. Sin embargo, líderes locales como Newsom y Bass advierten que la intervención federal solo ha exacerbado los problemas existentes. En un ambiente donde la desconfianza entre ciudadanos y autoridades crece, las palabras de los líderes políticos resuenan con más fuerza.

La mirada al futuro

La situación en Los Ángeles es un reflejo de un país dividido. Mientras los manifestantes luchan por lo que consideran un derecho, el gobierno federal responde con fuerza militar. ¿Hasta dónde se permitirá que esta situación escale? Las respuestas son inciertas. La única certeza es que el conflicto no ha hecho más que comenzar, y cada día trae consigo la posibilidad de nuevos enfrentamientos.


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