La ampliación del aeropuerto de El Prat genera divisiones entre los municipios, mientras las preocupaciones medioambientales crecen.

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El debate sobre la ampliación del aeropuerto de El Prat se intensifica mientras el Ayuntamiento de Castelldefels reafirma su oposición a los planes del Govern. Este miércoles, tras una presentación del proyecto por parte del departament de Territori, el alcalde Manu Reyes no se contuvo: «Con esta extensión, tendremos más vuelos sobre nuestra ciudad, y no he escuchado ni una propuesta seria sobre cómo se compensará el impacto en la salud».
La preocupación por la contaminación y el ruido está en el centro de la discusión.
Posturas encontradas entre los municipios
El escenario se complica aún más con la postura del PSC local en El Prat, que hasta hace poco se oponía a la expansión.
Ahora, parece alinearse con la Generalitat y Aena, algo que podría modificar el equilibrio de poder en el consistorio. «Esto no significa que nuestra coalición se rompa», aclara una fuente cercana al gobierno local, aunque la tensión es palpable.
Por su parte, la alcaldesa de El Prat, Alba Bou, no duda en señalar que las promesas de compensación durante la ampliación anterior fueron incumplidas. «Nos dijeron que habría medidas medioambientales, pero no se han ejecutado o no han sido efectivas», afirma con firmeza, mientras la Comisión Europea presiona al Govern para que tome medidas antes de considerar cualquier nuevo proyecto de expansión.
Apoyos y críticas en la región
La situación no es menos complicada en otras localidades. Barcelona, Gavà, Viladecans y Sant Boi de Llobregat, todos gobernados por el PSC, han expresado su apoyo a la ampliación, reafirmando la idea de que el proyecto garantizará la «paz acústica» en sus áreas. La alcaldesa de Gavà, Gemma Badia, sostiene que el desarrollo es necesario, mientras que su colega de Viladecans, Olga Morales, asegura que las áreas que se compensarán son terrenos agrícolas «no productivos».
En Sant Boi de Llobregat, la alcaldesa Lluïsa Moret se comprometió a que la perspectiva del sector agrario no sea pasada por alto. «Nuestra ciudad es la que alberga más extensión del Parc Agrari del Baix Llobregat, y debemos cuidar su futuro», enfatiza Moret, dejando claro que la lucha por un equilibrio entre desarrollo y medio ambiente es crucial.
Un futuro incierto
El conflicto entre el crecimiento del transporte aéreo y la protección del medio ambiente plantea preguntas difíciles. ¿Se priorizarán realmente las compensaciones medioambientales esta vez? ¿Qué medidas concretas se implementarán para mitigar el impacto en la salud de los ciudadanos? Estas son solo algunas de las inquietudes que flotan en el aire mientras el debate sobre la ampliación del aeropuerto continúa. La tensión es palpable entre los municipios, y la solución aún parece lejana.