Dak Prescott, quarterback de los Cowboys, se aleja de las distracciones del legado y se concentra en el campeonato que anhela.
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Con la temporada 2025 de la NFL a la vuelta de la esquina, Dak Prescott, quarterback de los Dallas Cowboys, lanza un mensaje claro: su objetivo no es dejar un legado, sino conseguir un campeonato. A sus 31 años, Prescott es consciente de la presión que conlleva liderar a uno de los equipos más emblemáticos de la liga, pero eso no lo detiene.
Tras casi una década en la NFL, su récord en playoffs (2-5) y la larga espera de los Cowboys para alcanzar la siguiente ronda desde 1995 son temas que siempre resuenan a su alrededor.
Prescott se enfoca en el presente
El mariscal de campo ha dejado claro que su motivación va más allá de los premios individuales. “Quiero ganar un campeonato. El legado y lo que venga después se encargará de sí mismo”, declaró a los medios. Su enfoque, sin embargo, ha generado reacciones mixtas. Algunos lo apoyan, mientras que otros aprovechan la ocasión para reavivar las críticas sobre su elevado salario y su desempeño en los playoffs.
Reacciones encontradas entre los aficionados
“Quizás debería haber tomado un descuento si realmente le importa ganar”, comentó un aficionado en las redes sociales. Otro añadió: “Dak es excelente ante el micrófono, pero necesita ser más consistente en el campo”. A pesar de sus éxitos en la temporada regular, como tres títulos de división y dos selecciones al Pro Bowl, los fracasos en postemporada siguen pesando sobre su reputación.
El desafío de la próxima temporada
Tras exitosas temporadas con 12 victorias en 2022 y 2023, las salidas consecutivas en playoffs han aumentado las críticas. Muchos aficionados señalan que su carrera carece de los hitos de postemporada que suelen alcanzar los quarterbacks de élite. “¿Puedes nombrar a otro quarterback titular que haya pasado 10 temporadas sin llegar a una final de conferencia o un Super Bowl, y solo tenga 2 victorias en playoffs? Estoy esperando”, observó un comentarista.
Compromiso con el equipo y nuevos desafíos
A pesar de la presión, Prescott sigue comprometido con la visión del equipo para 2025. Después de una cirugía de tendón que limitó su participación a solo ocho partidos el año pasado, ahora es un participante activo en los entrenamientos de pretemporada. La llegada del receptor George Pickens, adquirido de los Pittsburgh Steelers, ha generado entusiasmo, aunque su carácter ha sido objeto de debate. “Es un chico fenomenal, que ama el fútbol y a sus compañeros”, aseguró Prescott, restando importancia a las preocupaciones sobre Pickens.
La presión de un contrato millonario
Con un contrato de 60 millones de dólares por año, la presión sobre Prescott es palpable. Sabe que el foco no se desvanecerá pronto y que la expectativa de un profundo recorrido en playoffs es inminente. “Si hay algo que puedo controlar, es cómo me preparo y cómo lidero”, afirmó el quarterback. “Lo demás viene con el territorio”. Sin embargo, queda por ver si esta temporada finalmente le permitirá alcanzar el sueño del Super Bowl.
