Pilar Rubio comparte su experiencia como madre y embajadora en la celebración del 50 aniversario de Selmark.
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En una celebración deslumbrante que conmemora el medio siglo de Selmark, una marca reconocida en la lencería femenina, Pilar Rubio fue la invitada de honor. Su relación prolongada con esta empresa gallega refleja los valores compartidos de feminidad, autenticidad y elegancia que ambas partes representan.
Antes del desfile, Pilar expresó su orgullo por formar parte de este hito, afirmando: «Celebrar el 50 aniversario de una marca diseñada para mujeres es una oportunidad para honrar nuestra fuerza colectiva.»
Descubriendo la vida multifacética de Pilar Rubio
A sus 47 años, Pilar deslumbró al público con un impresionante bodysuit rojo, recibiendo aplausos entusiastas mientras desfilaba por el icónico Palacio de Neptuno. Sin embargo, detrás del glamour se encuentra una madre dedicada que se levanta temprano para apoyar a sus hijos, hornea dulces caseros y busca el equilibrio a través de la familia. «Estos momentos son lo que realmente importa», reflexiona, enfatizando su compromiso de estar presente en la vida de sus hijos.
Abrazando la confianza y la seguridad en sí misma
Pilar describe esta etapa de su vida como plena. «A medida que envejecemos, aprendemos a apreciar más la vida. En mis veintes, luchaba con inseguridades, pero ahora tengo claridad sobre mis deseos y cómo alcanzarlos. Me siento más segura que nunca», comparte. Esta nueva confianza también se manifiesta en su hogar, donde cultiva su relación con Sergio Ramos y sus cuatro hijos: Sergio Jr. (9), Marco (8), Alejandro (5) y Máximo Adriano (3).
Pilar admite con franqueza que el hogar de los Ramos Rubio es animado, repleto de la energía de sus hijos. «La gente asume que quería una hija por mis cuatro hijos, pero eso no es cierto. Habría recibido a cualquier género. Honestamente, ¡podría tener dificultades con una hija ahora!», ríe, revelando que sus noches a menudo incluyen sesiones de yoga con sus pequeños, que encuentran entretenidas antes de dormir.
La madre cariñosa detrás del glamour
En lo que respecta a la nutrición, Pilar desempeña un papel activo en inculcar hábitos saludables en sus hijos. «Aunque no impongo reglas estrictas sobre la comida, priorizo los valores. Mis hijos comen una variedad de alimentos: carne, pescado, frutas y verduras. También disfrutamos horneando juntos, creando dulces caseros que fomentan la apreciación por los ingredientes saludables», explica. Cada niño tiene intereses únicos, desde clases de piano hasta pintura, y Pilar cree que fomentar la felicidad y la pasión es de suma importancia.
La educación como piedra angular de la crianza
Las preocupaciones de Pilar se extienden a la educación de sus hijos. Desea que las escuelas incorporen habilidades prácticas de la vida como costura, cocina y alfabetización financiera en el currículo. «Estas son habilidades esenciales que preparan a los niños para la vida real, pero a menudo son pasadas por alto. Saber coser un botón o preparar una comida sencilla es una educación invaluable», afirma.
Una pareja romántica con Sergio Ramos
Al hablar de su relación con Sergio, el rostro de Pilar se ilumina. «Hemos construido un entendimiento profundo a lo largo de los años. Él posee un lado sensible y creativo que muchos no ven. Desde que nos conocimos, ha abrazado sus talentos artísticos: toca la guitarra, compone música e incluso pinta. Me gusta pensar en él como un Da Vinci moderno», añade con una sonrisa juguetona. «¿Su único defecto? ¡Es simplemente demasiado perfecto!»
A pesar de las exigencias de sus respectivas carreras, Pilar acepta el tiempo separados como una parte natural de su relación. «Logramos vernos con frecuencia, y viajo mucho. Creo que trabajar en diferentes países es beneficioso. Enriquece nuestras experiencias, y me he encariñado con la cocina mexicana«, comenta.
Momentos que importan
Pilar atesora los gestos románticos de Sergio, guardando cada carta que él ha escrito a lo largo de los años. «Esas cartas son mi mayor tesoro. Soy una persona sentimental y valoro los actos sinceros. Prefiero crear experiencias memorables a dar regalos materiales», reflexiona. «A lo largo de los años, he llegado a entender que aprovechar al máximo nuestro tiempo juntos y apreciar los pequeños momentos es lo que cuenta. La vida pasa rápido, y es esencial detenerse y disfrutar de lo que realmente importa.»
