El foro "El Mundo en Progreso" destaca la necesidad de colaboración para abordar los problemas globales más urgentes.

Temas cubiertos
El foro World in Progress comenzó este lunes con una sensación compartida de urgencia. Los participantes subrayaron que tanto Europa como la comunidad global deben adaptar sus estrategias para enfrentar desafíos significativos en el futuro. Personalidades políticas destacadas, académicos y líderes empresariales afirmaron que la actual crisis del multilateralismo es profundamente sistémica, y que las transformaciones se están produciendo a un ritmo implacable.
En este entorno de cambio rápido, marcado por transformaciones geopolíticas, comerciales y tecnológicas, la figura polarizadora de Donald Trump ha cobrado una creciente influencia. Según Josep Borrell, ex alto representante de la UE para Asuntos Exteriores, el impacto de Trump se extiende a los conflictos internacionales, sugiriendo que tensiones actuales como la de Ucrania requieren nuevas resoluciones.
Tensiones globales actuales y sus implicaciones
Las discusiones del foro reflexionaron sobre diversas tensiones internacionales en curso. Desde el frágil alto el fuego entre Israel y Hamas en Gaza, hasta la inestabilidad política en Francia y el incierto futuro democrático de Venezuela, los participantes abordaron las crisis multifacéticas que definen el panorama geopolítico actual. El conflicto en Ucrania y las acciones de Trump, que resuenan a través de continentes, también fueron puntos focales.
Michael Shifter, ex presidente de Diálogo Interamericano, enfatizó que Estados Unidos ya no puede considerarse un socio confiable, una opinión que resonó entre muchos en el foro. Las discusiones también destacaron el papel de Europa y América Latina como temas centrales para abordar estos problemas globales.
Desafíos clave para Europa y América Latina
Durante la sesión inaugural, expertos analizaron los desafíos críticos de nuestro tiempo, incluyendo la transición energética, los avances en tecnología y inteligencia artificial, la resiliencia industrial, la sostenibilidad y la inclusión social. El alcalde de Barcelona, Jaume Collboni, abrió el foro abordando la crisis de vivienda, identificada como una fuente primaria de desigualdad en Europa.
Salvador Illa, presidente de la Generalitat, reiteró la importancia de que Europa mantenga sus valores fundamentales frente a estos retos. El foro busca fomentar un intercambio de ideas y, más importante aún, contribuir con soluciones prácticas, como destacó Joseph Oughourlian, presidente del Grupo PRISA.
Abogando por soluciones colaborativas
Oughourlian subrayó la urgencia de la cooperación entre naciones, llamando a esfuerzos colectivos para resolver conflictos y fomentar la paz global, asegurando así la dignidad de todos. Teresa Ribera, vicepresidenta ejecutiva de la Comisión Europea para una transición limpia, justa y competitiva, declaró que Europa debe ser un faro de esperanza y valores democráticos en todo el mundo.
Ribera enfatizó que una economía verde sostenible es esencial para el futuro, advirtiendo sobre el aumento de sentimientos anti-verdes y anti-ciencia que amenazan el progreso en el continente. Empresarios como Francisco Reynés y Beatriz Corredor discutieron la importancia de la seguridad energética y la necesidad de que España reevalúe su cronograma de energía nuclear, abogando por una mayor interconexión energética con el resto de Europa.
El panorama político y sus desafíos
El ex primer ministro italiano Matteo Renzi señaló que el ascenso de la extrema derecha en Europa es un síntoma de problemas más profundos, como el exceso burocrático que ha oscurecido el liderazgo político. Advertió que las victorias electorales de la extrema derecha podrían poner en peligro a la Unión Europea tal como opera actualmente. Mientras tanto, Xavier Bertrand, presidente de la región de Hauts-de-France, expresó su apoyo al presidente Emmanuel Macron, advirtiendo que cualquier fin prematuro de su presidencia podría conducir a la inestabilidad.
Yolanda Díaz, segunda vicepresidenta del Gobierno español, también destacó que la extrema derecha ha sabido aprovechar el descontento social para socavar la democracia. Subrayó la importancia de reconocer la inmigración como una fuerza positiva esencial para la sostenibilidad social. Las discusiones culminaron con un mensaje grabado de María Corina Machado, líder opositora venezolana, quien afirmó que el régimen de Nicolás Maduro es más débil que nunca, expresando esperanza por un futuro donde Venezuela abrace la democracia.
En este entorno de cambio rápido, marcado por transformaciones geopolíticas, comerciales y tecnológicas, la figura polarizadora de Donald Trump ha cobrado una creciente influencia. Según Josep Borrell, ex alto representante de la UE para Asuntos Exteriores, el impacto de Trump se extiende a los conflictos internacionales, sugiriendo que tensiones actuales como la de Ucrania requieren nuevas resoluciones.0




