La epidemia de peste porcina africana impulsa a Cataluña a solicitar apoyo militar para gestionar la crisis sanitaria.

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Recientemente, la peste porcina africana ha generado preocupación en Cataluña, lo que ha llevado a la Generalitat a solicitar la intervención de la Unidad Militar de Emergencias (UME). Este despliegue es esencial para controlar un brote en la sierra de Collserola, donde se han reportado varios casos en jabalíes, representando así una grave amenaza para la salud pública y el sector agrícola.
El conseller de Agricultura, Òscar Ordeig, anunció la solicitud oficial de la UME, subrayando la necesidad de contar con recursos especializados para contener el virus. Esta acción se produce en un contexto de creciente preocupación, ya que los primeros casos confirmados en jabalíes han llevado a implementar restricciones severas en la movilidad y actividades en la región.
Despliegue de la UME y medidas de control
La UME se ha preparado para unirse a las fuerzas locales, como Protección Civil y la Guardia Civil, en la lucha contra este brote. Ordeig destacó que el objetivo es realizar un control exhaustivo en un radio de 6 kilómetros alrededor de la zona afectada. La colaboración de la UME incluye la implementación de estrategias de control cinegético y vigilancia nocturna para capturar jabalíes y prevenir la propagación del virus.
Colaboración ciudadana y restricciones
El conseller también hizo un llamado a la ciudadanía, solicitando su colaboración para evitar alimentar a los animales y mantener limpias las áreas públicas. Se han establecido restricciones que prohíben el acceso al parque de Collserola, medida que busca limitar la interacción humana con la fauna local. La UME y otros cuerpos de seguridad han sido instruidos para actuar con firmeza contra quienes ignoren estas prohibiciones, enfatizando que habrá una tolerancia cero para aquellos que pongan en riesgo los esfuerzos de control.
Las autoridades trabajan de la mano con el Centro de Investigación en Sanidad Animal para monitorear la situación y asegurar la salud de la fauna local. Ordeig mencionó que las restricciones se han extendido a 76 municipios catalanes, y que la situación es crítica, dado que no existe una vacuna para el virus que afecta a los jabalíes.
Impacto en el sector porcino y la economía regional
La peste porcina africana no solo afecta a la vida silvestre, sino que también representa un serio desafío para el sector porcino en Cataluña, uno de los mayores productores de carne de cerdo en Europa. La Generalitat ha activado un protocolo de comunicación con mercados internacionales para asegurar que la situación se gestione de manera transparente, evitando así un impacto negativo en las exportaciones.
Revisión de granjas y análisis de riesgo
Hasta ahora, se han realizado pruebas en 39 granjas dentro del perímetro afectado, todas ellas han dado negativo, lo que indica que la enfermedad no ha entrado en la cadena de producción. Sin embargo, las autoridades continúan trabajando en un radio de 20 kilómetros para monitorear y anticipar cualquier posible expansión del virus. La colaboración de los cazadores es crucial, ya que se les ha pedido que participen en la reducción de la población de jabalíes en la región.
La situación sigue siendo delicada y se evalúan los efectos económicos que podrían derivarse de esta crisis. Aunque aún es prematuro hablar de ayudas concretas, el conseller ha dejado claro que se están preparando medidas de apoyo si la situación lo requiere. La prioridad sigue siendo contener el brote y proteger el sector porcino, vital para la economía regional.
Finalmente, la administración ha enfatizado la importancia de la colaboración ciudadana en la detección de jabalíes muertos. Cualquier avistamiento debe ser reportado inmediatamente al 112, ya que la rápida identificación de animales fallecidos es crucial para el control del virus. La comunidad juega un papel fundamental en la preservación de la salud pública y la economía catalana en estos tiempos inciertos.




