La Generalitat activa recursos para combatir el brote de peste porcina, llevando a cabo el sacrificio de jabalíes en la zona cero.
Temas cubiertos
La situación en Catalunya ha alcanzado un punto crítico tras el descubrimiento de varios jabalíes infectados con peste porcina africana. Desde el 28 de noviembre, cuando se registraron los primeros casos, las autoridades han intensificado sus esfuerzos para controlar la propagación de esta enfermedad, que representa una amenaza seria para el sector ganadero de la región.
Con la autorización pendiente de la Unión Europea y del Ministerio de Agricultura, la Generalitat ha establecido un plan de acción que incluye la captura y sacrificio de jabalíes en la zona cero, un área de seis kilómetros alrededor de la sierra de Collserola, en Cerdanyola.
Este operativo estará liderado por los Agents Rurals, apoyados por la Unidad Militar de Emergencias (UME), que han instalado un campamento base en Can Coll, Cerdanyola.
Operativo de captura y sacrificio
El operativo se enfocará inicialmente en los jabalíes ubicados dentro del perímetro de la zona cero. Para ello, se han preparado trampas, jaulas y armamento especializado, incluyendo pistolas con silenciador, que se utilizarán para minimizar el impacto de la operación. La vigilancia se complementará con drones equipados con visión nocturna, lo que facilitará la identificación de los jabalíes durante la noche.
Desde la detección inicial de los animales infectados, se han movilizado 117 militares y 75 guardias civiles, quienes se han unido a 120 agentes rurales en la búsqueda de jabalíes, empleando perros entrenados para localizar cadáveres y cebos envenenados. Hasta el momento, han encontrado cerca de 50 jabalíes muertos, de los cuales nueve han dado positivo por el virus.
Logística y manejo de cadáveres
La logística del operativo es compleja. Los cadáveres de los jabalíes serán trasladados al Centro de Investigación en Sanidad Animal (CReSA) en Bellaterra para su análisis y posterior incineración. Sin embargo, la incineración no comenzará hasta que se reciba la autorización de los técnicos de la Unión Europea. La UME ha solicitado contenedores para el manejo seguro de los cadáveres antes de su eliminación.
Además, las autoridades han establecido barreras químicas y físicas en la zona para evitar que los jabalíes se desplacen a áreas no controladas. Estas medidas son cruciales para prevenir que el virus se propague a otras regiones de Catalunya, donde se estima que existen alrededor de 1,000 jabalíes. Las acciones de control se han extendido a un segundo círculo de 20 kilómetros alrededor del foco inicial.
Reuniones para un plan de choque
El presidente de la Generalitat, Salvador Illa, ha convocado a diversas agrupaciones, incluidas sociedades de caza y colectivos agrarios, para desarrollar un plan de choque que aborde la sobrepoblación de jabalíes en toda la región. Este enfoque busca no solo controlar el brote de peste porcina, sino también mitigar los daños que estos animales causan en los cultivos y en la seguridad vial.
El conseller de Agricultura, Òscar Ordeig, ha subrayado la urgencia de implementar este plan, señalando que la sobrepoblación de jabalíes ha sido un problema latente durante años. La intervención de cazadores, agricultores y otros grupos será fundamental para lograr una reducción efectiva de la población de jabalíes y, por ende, del riesgo de contagio por peste porcina.
Impacto en la industria cárnica
La crisis provocada por el brote de peste porcina ya ha comenzado a tener repercusiones en la industria cárnica, con la empresa Jorge anunciando la reducción de 300 puestos de trabajo temporal en su planta de Osona. Este es un indicativo de cómo la situación está afectando directamente al sector, lo que refuerza la necesidad de actuar con rapidez para controlar la propagación del virus.
La Generalitat de Catalunya enfrenta un desafío considerable en la lucha contra la peste porcina africana, y la combinación de esfuerzos militares, rurales y comunitarios será clave para contener esta amenaza. La situación continúa evolucionando y se requiere un enfoque coordinado y efectivo para salvaguardar tanto la salud pública como la economía agrícola de la región.
