Las autoridades están llevando a cabo una investigación exhaustiva sobre el origen del brote de peste porcina africana en la región de Collserola. Este incidente presenta implicaciones significativas para la industria ganadera, lo que requiere atención inmediata para mitigar su impacto.

Temas cubiertos
En Barcelona, ha surgido una creciente preocupación por un brote de peste porcina africana (PPA) en la sierra de Collserola. Este descubrimiento ha llevado al Ministerio de Agricultura a abrir una investigación para determinar si la enfermedad podría haberse originado en un laboratorio, en lugar de en animales infectados en su hábitat natural.
La alarma se activó tras un informe del laboratorio de referencia de la Unión Europea, que indicó que los virus circulantes en otros países miembros pertenecen a un grupo genético distinto al que se ha identificado en Barcelona. Esta situación plantea serias dudas sobre la procedencia del virus detectado en la región.
Detalles del brote y su origen
Los análisis de secuenciación del genoma del virus de la PPA han revelado que el virus encontrado en Collserola corresponde a un nuevo grupo genético, el 29. Este grupo se asemeja al grupo 1, que se propagó en Georgia en 2007 y que ha sido utilizado en experimentos para evaluar la eficacia de las vacunas en entornos controlados. Esto añade una nueva dimensión al problema.
El Ministerio de Agricultura ha enfatizado que es posible que el virus no provenga de animales o productos de origen animal traídos de países donde la PPA es endémica. Esta hipótesis se está investigando a fondo, ya que podría tener importantes implicaciones para la bioseguridad en la zona.
Reacción oficial y medidas a tomar
El conseller de Agricultura de la Generalitat, Òscar Ordeig, ha instado a la población a mantener la calma y a ser prudentes ante las recientes noticias. Durante una rueda de prensa, Ordeig subrayó que el informe no es definitivo y que se deben considerar otras posibles explicaciones. “Dejemos que los científicos realicen su trabajo”, afirmó, reafirmando el compromiso del gobierno por esclarecer el origen de esta cepa.
En respuesta a preguntas sobre la posibilidad de que el brote se haya originado en el centro de investigación IRTA-CReSA, ubicado cerca de donde se registraron los primeros casos positivos, Ordeig comentó que es prematuro llegar a tales conclusiones y que se necesita más información antes de establecer un vínculo claro.
Impacto y seguimiento del brote
En el marco de esta crisis, se han confirmado otros cuatro casos de PPA en jabalíes muertos, ubicados en la misma área donde se detectaron los primeros positivos, en Cerdanyola del Vallès. Este aumento en el número de casos ha llevado a las autoridades a intensificar la vigilancia en la zona, con el objetivo de controlar la propagación de la enfermedad.
Ordeig ha expresado su preocupación por el impacto económico que esta situación podría generar, advirtiendo que la población debe actuar con responsabilidad para evitar la expansión del virus. “Cualquier contacto con material contaminado podría facilitar la transmisión”, alertó, sugiriendo que la colaboración de todos es crucial en esta etapa de control.
Preparación y respuesta del sector ganadero
El conseller también mencionó que, a pesar de la gravedad de la situación, el sector ganadero catalán está mejor preparado que hace 30 años, cuando se produjo el último brote. Se han implementado mejoras en la bioseguridad y en los protocolos de intervención, lo que aumentará la capacidad de respuesta ante este tipo de crisis. Además, enfatizó que la PPA no representa un riesgo para la salud humana ni para otros animales.
Las próximas horas serán cruciales para contener el brote. Si se actúa rápidamente, es posible que se puedan renegociar las exportaciones de productos alimentarios que actualmente están suspendidas. La colaboración de toda la comunidad será esencial para mitigar los efectos de esta nueva amenaza en la ganadería.



