×

Terremoto de 4 grados en Álava: Inquietud sin daños significativos

Un reciente sismo en Álava resalta la poderosa fuerza de la naturaleza, sin causar daños relevantes.

En la noche del 7 de diciembre, un terremoto de magnitud 4 sacudió la provincia de Álava, en las cercanías de Bilbao. Este sismo, ocurrido alrededor de la medianoche, sorprendió a muchos residentes, generando un ambiente de inquietud en la comunidad.

A pesar de la magnitud del temblor, no se han reportado daños materiales ni personales, lo que ha sido un alivio para los ciudadanos que vivieron la experiencia.

Detalles del terremoto y su impacto

El epicentro del sismo se localizó a solo cinco kilómetros de Iruña Oka, con un nivel de actividad que hizo sentir el movimiento en un amplio radio.

El temblor fue perceptible también en localidades como Vitoria-Gasteiz, Logroño y Basauri. Muchos habitantes notaron cómo algunos objetos en sus hogares se balanceaban o caían, un recordatorio palpable de la fuerza de la naturaleza.

Actividad sísmica reciente

Este evento no es un caso aislado. Durante el mes de diciembre, se han registrado tres temblores en total, siendo este el más fuerte de los últimos seis meses. En comparación con el seísmo del 14 de julio, que alcanzó solo una magnitud de 1.7, este último representa un incremento notable en la actividad sísmica de la región. Este aumento ha llevado a los expertos a prestar atención especial a la situación.

Reacción de las autoridades y la población

El Instituto Geográfico Nacional (IGN) ha activado su protocolo habitual tras el sismo. Han invitado a los ciudadanos a participar en un cuestionario macrosísmico, diseñado para recopilar información de primera mano sobre las experiencias de quienes sintieron el temblor. Los datos que proporcionan son esenciales para ayudar a los geólogos a comprender la magnitud y el impacto del fenómeno.

La historia detrás de la recopilación de datos sísmicos

La práctica de recoger testimonios sobre eventos sísmicos tiene raíces profundas en España. Este proceso comenzó en el siglo XVIII, específicamente después del devastador terremoto de Lisboa en 1755, que provocó la muerte de aproximadamente 100,000 personas en la Península Ibérica. Ante la magnitud de la tragedia, el rey Fernando VI ordenó una encuesta para evaluar los efectos del terremoto en diversas localidades. Desde entonces, este proceso ha evolucionado y se ha perfeccionado, dando lugar al sistema actual del IGN.

La relevancia de la participación ciudadana

La colaboración de la población resulta esencial para evaluar y monitorear eventos sísmicos. Un cuestionario está diseñado para indagar sobre la ubicación de las personas durante el temblor, su estado (si estaban despiertos o dormidos), su reacción inicial y la respuesta de su entorno inmediato. La información recopilada, según el Instituto Geográfico Nacional (IGN), es crucial para calcular los posibles daños y evaluar la intensidad del sismo en diversas áreas.

El análisis de la actividad sísmica en Álava ha llevado a las autoridades a mantener un estado de alerta. Aunque la actividad en esta región suele ser de baja intensidad, el reciente aumento en la magnitud de los temblores sugiere la necesidad de una vigilancia constante. La combinación de tecnología avanzada y la participación ciudadana garantiza una mayor seguridad y preparación ante futuros eventos sísmicos.


Contacto:
Social Sophia

Digital native, 250K follower Instagram. Ha trasformato il giornalismo in conversazione social.

Lea También