El reciente acuerdo presenta tanto oportunidades como desafíos significativos para los pescadores del Mediterráneo.

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El conseller de Agricultura, Ramaderia, Pesca y Alimentació de la Generalitat de Catalunya, Òscar Ordeig, ha expresado su satisfacción tras el reciente pacto alcanzado con la Comisión Europea. Este acuerdo permite que los pescadores del Mediterráneo realicen su actividad durante 143 días en 2026, manteniendo así el mismo nivel de faena que en años anteriores.
Sin embargo, Ordeig ha subrayado que esta victoria es solo un paso en el camino, ya que la modificación del reglamento europeo sigue siendo una prioridad fundamental.
En una entrevista para RAC1, el conseller afirmó que, aunque se ha logrado un objetivo crucial durante la cumbre de Bruselas, el verdadero desafío está por venir.
La meta es garantizar un reparto de los días de pesca que sea justo para todos los involucrados. Esta división es vital, dado que los 143 días son un promedio que podría no reflejar adecuadamente las necesidades de cada pescador.
Reacciones al acuerdo y el camino a seguir
La respuesta de los pescadores catalanes al acuerdo es mixta, describiéndolo como agridulce. Antoni Abad, presidente de la Federació Catalana de Cofradies de Pescadors, afirmó que, aunque el acuerdo no es el ideal, representa un avance significativo en comparación con las propuestas iniciales de las autoridades europeas. Abad ha enfatizado la necesidad de dialogar con el Gobierno para lograr un reparto equitativo de los días de pesca, asegurando que esta negociación es solo el inicio de un proceso más amplio.
Compromisos y logros en la negociación
Uno de los aspectos más destacados de esta negociación es el compromiso de revisar la normativa en el próximo año. Ordeig ha reconocido el esfuerzo conjunto de pescadores, científicos y autoridades locales, así como la colaboración con comunidades de otros países como Francia e Italia. “Hemos defendido nuestros intereses ante la Comisión”, afirmó el conseller, quien considera que este proceso ha sido un ejemplo de colaboración y unidad.
A pesar de estos logros, Ordeig ha reiterado que el trabajo está lejos de concluir. La modificación del reglamento europeo es un paso necesario para abordar las deficiencias del sistema actual. El conseller ha declarado que la estructura vigente no ha funcionado adecuadamente y que es imperativo implementar un nuevo enfoque que elimine las medidas que ya no tienen sentido.
Retos y perspectivas futuras
En relación con la situación actual, el conseller ha indicado que se espera recibir un informe preliminar sobre una auditoría encargada por el IRTA en el CReSA. Este informe, que será elaborado por expertos externos, busca esclarecer el origen de un brote reciente. Ordeig ha prometido que se compartirán los hallazgos una vez estén disponibles, independientemente de la naturaleza de los resultados.
Consideraciones sobre el virus y la salud pública
La incertidumbre persiste respecto al comportamiento del virus y su impacto. Ordeig ha manifestado que hay muchas incógnitas que deben resolverse y ha instado a no realizar conclusiones apresuradas. El conseller ha hecho un llamado a la calma, afirmando que no se debe poner en crisis a ninguna institución o centro de investigación, refiriéndose especialmente al CReSA.
Por el momento, se han confirmado 16 casos positivos, y se prevé que las restricciones de acceso al medio natural se relajen a partir del próximo lunes. A pesar de la complejidad de la situación, Ordeig se muestra optimista y confía en que se está avanzando en la dirección correcta.




