iRobot, el innovador detrás de Roomba, ha iniciado un proceso de reestructuración y ha sido adquirido por un consorcio chino tras declararse en bancarrota.

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La industria de la robótica doméstica atraviesa un momento crucial, especialmente tras la reciente declaración de quiebra de iRobot Corporation, fabricante de las conocidas aspiradoras Roomba. Este acontecimiento ha llevado a la compañía a un acuerdo de reestructuración, donde el 100% de sus acciones serán adquiridas por Shenzhen Picea Robotics, una firma china con la que ya mantenía lazos contractuales.
El proceso de reorganización se realiza bajo el Capítulo 11 de la Ley de Quiebras de Estados Unidos, lo que permite a iRobot continuar operando mientras ajusta su modelo de negocio. Según los anuncios oficiales, la compañía espera completar esta reestructuración para febrero de 2026, con el objetivo de fortalecer su base financiera y asegurar su futuro.
Detalles del acuerdo de reestructuración
El acuerdo con Picea Robotics incluye no solo la adquisición de las acciones de iRobot, sino también la asunción de deudas significativas que la empresa ha acumulado en los últimos años. Esto facilitará a iRobot reducir su carga financiera y mantener su operativa sin interrupciones. En un comunicado, la compañía ha confirmado que seguirá cumpliendo con sus obligaciones hacia empleados, proveedores y acreedores durante esta transición.
Un nuevo capítulo para iRobot
Gary Cohen, CEO de iRobot, ha señalado que esta transacción representa un hito crucial para la estabilidad de la empresa. La combinación de la experiencia en innovación y fabricación de Picea con la trayectoria de iRobot promete abrir una nueva era en la robótica para el hogar inteligente. Cohen asegura que esta colaboración permitirá a la empresa continuar innovando y mejorando la experiencia del usuario en sus productos.
Desafíos y oportunidades
Durante los últimos años, iRobot ha enfrentado una creciente competencia de marcas emergentes que ofrecen productos similares a precios más accesibles. Este panorama, junto con el aumento de los costos operativos y las tarifas de importación, ha impactado negativamente su rentabilidad. En, un intento de venta a Amazon por 1.700 millones de dólares se frustró por cuestiones regulatorias, complicando aún más la situación financiera de iRobot.
Con la entrada en el proceso de quiebra, iRobot se ve en la necesidad de adaptarse a un entorno en constante cambio. La empresa espera que, bajo la nueva propiedad, podrá invertir en la próxima generación de tecnologías de robótica y mejorar la conectividad de sus productos. Este enfoque renovado es esencial para recuperar su posición en el mercado.
El futuro de Roomba
Los usuarios de los robots aspiradores Roomba no deberían experimentar cambios drásticos en el servicio durante este proceso. iRobot ha garantizado que la atención al cliente y el soporte técnico seguirán operando con normalidad. Este compromiso es vital para mantener la confianza de los consumidores en la marca, reconocida por su innovación en la limpieza del hogar durante más de tres décadas.
Consecuencias para los accionistas
Es fundamental destacar que la reestructuración tendrá un impacto significativo en los accionistas actuales de iRobot. Según los términos del acuerdo, los accionistas ordinarios perderán su inversión, ya que no recibirán compensación por su participación en la empresa. Esta situación pone de relieve las dificultades que enfrenta iRobot en este nuevo capítulo de su historia.
La bancarrota de iRobot y su adquisición por Shenzhen Picea Robotics representan un cambio trascendental en la trayectoria de esta icónica marca. A medida que la empresa se adapta a un nuevo marco operativo y financiero, la atención del sector estará centrada en cómo logrará revitalizar su propuesta de valor en un mercado altamente competitivo.




