La Comisión Europea ha modificado su estrategia respecto a la venta de vehículos de combustión interna para el año 2035, en respuesta a crecientes presiones políticas y económicas.

Temas cubiertos
En un giro inesperado de los acontecimientos, la Comisión Europea ha decidido revisar su postura sobre la prohibición de la venta de coches con motores de combustión para el año 2035. Este cambio se produce tras las crecientes presiones ejercidas por varios países, entre ellos Alemania e Italia, así como por la industria automotriz europea, que se enfrenta a una situación complicada.
La propuesta revelada recientemente en Estrasburgo sugiere que se permitirán ciertas excepciones para los fabricantes de automóviles, quienes podrán seguir produciendo un número limitado de vehículos que emitan CO₂. A partir de 2035, los fabricantes deberán reducir las emisiones en un 90% en comparación con los niveles de 2025 y compensar el 10% restante mediante un sistema de créditos ambientales.
Los hechos
La revisión de la normativa, que se había establecido en marzo de 2025, no solo afecta a los coches, sino también a las furgonetas. En este nuevo contexto, los objetivos de reducción de emisiones para 2030 se han ajustado, pasando de un 50% de reducción para las furgonetas a un 40%. Esto marca un cambio significativo en la estrategia de la UE para alcanzar sus metas climáticas.
Impacto en la industria automotriz
La presión de los países miembros ha llevado a Bruselas a implementar un enfoque más flexible en su regulación. La industria automotriz europea ha estado lidiando con una serie de desafíos, incluyendo el cierre de fábricas y la pérdida de empleo, lo que ha intensificado la necesidad de adaptarse a un mercado en constante cambio. La feroz competencia de vehículos eléctricos de bajo costo provenientes de China y los aranceles impuestos por Estados Unidos han complicado aún más la situación.
Wopke Hoekstra, el comisario de Clima, ha indicado que la UE busca liderar la transición hacia una economía de bajo carbono, aunque reconoció que este proceso no será fácil. La industria esperaba que la transición hacia vehículos eléctricos fuera más sencilla, pero se ha encontrado con una demanda interna inferior a la anticipada.
Los nuevos plazos y objetivos
A partir de 2035, los fabricantes podrán seguir lanzando al mercado vehículos con motor de combustión, pero deberán cumplir con estrictas condiciones. La posibilidad de seguir produciendo híbridos y vehículos eléctricos de autonomía extendida también se contempla en la nueva normativa. Este enfoque permitirá a las automotrices tomar un respiro mientras se adaptan a los cambios.
Compensación de emisiones
La normativa estipula que cualquier vehículo que emita CO₂ después de 2035 deberá compensar sus emisiones mediante el uso de acero con bajas emisiones o combustibles neutros en carbono. Esto implica que los fabricantes deberán demostrar un compromiso real con la sostenibilidad, utilizando materiales y tecnologías que minimicen su huella de carbono.
Además, la introducción de supercréditos para vehículos eléctricos pequeños (menos de 4,20 metros) está diseñada para incentivar a los fabricantes a priorizar la producción de modelos accesibles y sostenibles, facilitando la adquisición de estos vehículos a los consumidores europeos.
Reacciones y perspectivas futuras
La decisión de la Comisión Europea ha generado reacciones mixtas. Mientras algunos líderes europeos, como el presidente del Gobierno español, Pedro Sánchez, han instado a mantener la prohibición de coches de combustión, otros, como el canciller alemán, han reconocido que esta transición será gradual y que la realidad implica que millones de coches de combustión seguirán en circulación en las próximas décadas.
Por otro lado, el apoyo a la producción de vehículos eléctricos en Europa se mantiene firme. La Comisión ha destacado su compromiso de fomentar la fabricación local, así como la electrificación de flotas empresariales. Estas medidas son fundamentales para asegurar que Europa no se quede atrás en la carrera hacia la sostenibilidad y la innovación tecnológica.




