La reciente restricción impuesta por China a los productos lácteos de la Unión Europea provoca nuevas tensiones en las relaciones comerciales.

Temas cubiertos
Recientemente, China ha decidido establecer aranceles temporales que alcanzan hasta el 42,7% para ciertos productos lácteos provenientes de la Unión Europea. Esta medida se produce en un contexto de creciente tensión comercial entre el gigante asiático y el bloque europeo, que ha calificado estos aranceles como injustificados y desproporcionados.
La decisión de Pekín llega tras la imposición de tarifas por parte de Bruselas a los vehículos eléctricos chinos, lo que parece haber desencadenado esta serie de represalias. Los productos lácteos afectados incluyen queso fresco, queso procesado, cuajada, queso azul y diferentes tipos de leche y nata.
Detalles sobre los aranceles impuestos
Los aranceles temporales fijados por el Ministerio de Comercio de China varían entre el 21,9% y el 42,7%. Esta variabilidad depende de si las empresas europeas han cooperado con la investigación que precedió a esta decisión. Aquellas que no colaboraron enfrentan el arancel más alto, mientras que las que sí lo hicieron están sujetas a un porcentaje reducido del 28,6%.
En el caso específico de las empresas españolas, como Industrias Lácteas De Mollerusa, Campo de San Juan y Capsa, se les ha asignado una tasa del 28,6%. Este aumento de costos podría tener un impacto significativo en su capacidad para competir en el mercado chino, el cual ya se encuentra bajo presión.
Investigación inicial y alegaciones de subsidios
La investigación que llevó a estos aranceles comenzó en agosto de 2025, a raíz de una denuncia presentada por la Asociación de la Industria Láctea de China. Las autoridades chinas concluyeron que los productos lácteos de la UE estaban recibiendo subvenciones que, según su análisis, han causado un daño sustancial a la industria local. Este proceso de investigación está programado
En respuesta, un portavoz de la Comisión Europea, Olof Gill, ha manifestado que considera estas medidas como un desarrollo muy negativo. La UE tiene la intención de presentar observaciones sobre la situación y está evaluando si las acciones de China cumplen con las normativas de la Organización Mundial del Comercio (OMC).
Reacción de la Unión Europea y sus implicaciones
La reacción de la Unión Europea no se ha hecho esperar. Desde su inicio, la investigación de China ha sido objeto de críticas, con argumentos que apuntan a que se basa en alegaciones cuestionables y pruebas insuficientes. La Comisión Europea ya había llevado este caso ante la OMC en septiembre de 2025, argumentando que las acusaciones carecen de fundamento sólido.
La situación actual podría tener consecuencias más amplias. Por un lado, la Federación Nacional de Industrias Lácteas de España (FENIL) ha expresado su sorpresa ante la imposición de estos aranceles y está evaluando las repercusiones en el mercado. Además, la posibilidad de que esta medida genere un efecto dominó en otros sectores comerciales está sobre la mesa, ya que la UE intenta proteger a sus agricultores y exportadores.
Contexto de fricciones comerciales
Este nuevo episodio de tensiones comerciales no es aislado. En efecto, hace poco, China también impuso aranceles a la carne de cerdo importada de la Unión Europea, en un intento de responder a las tarifas impuestas por Bruselas. Los aranceles sobre los productos porcinos oscilan entre el 4,9% y el 19,8%, lo que indica un patrón de medidas recíprocas entre ambas partes.
La situación es compleja y se desarrolla en un entorno donde ambos lados buscan defender sus intereses comerciales. A medida que se intensifican las negociaciones y las disputas, el futuro de las relaciones comerciales entre China y la UE continuará siendo incierto, con la posibilidad de nuevas medidas y contramedidas en el horizonte.




