La ética y el talento son pilares esenciales para las empresas que desean prosperar en un entorno en constante evolución.
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En un entorno empresarial en evolución constante, los conceptos de talento y valores están en plena redefinición. Durante el reciente Foro ABC, se abordó la importancia de estos elementos para enfrentar los desafíos actuales. La ética y el compromiso social de los jóvenes son ahora criterios clave que las organizaciones consideran en sus candidatos.
Patricia Jaén de la Vega, directora de Talento y Cultura en Palladium Hotel Group, subrayó que, a pesar de la percepción popular de que los jóvenes carecen de compromiso, estos nuevos talentos poseen una sólida base ética. “Valoramos la ética incluso por encima de algunas competencias técnicas,” afirmó.
Esta perspectiva se alinea con la realidad actual, donde los jóvenes buscan aportar positivamente a la sociedad a través de su trabajo.
La búsqueda de un propósito significativo
La necesidad de generar un impacto social positivo ha llevado a las empresas a buscar jóvenes que no solo cumplan con los requisitos técnicos, sino que también compartan sus valores corporativos. David Villaseca, director de Tecnología y Soluciones Digitales en Moeve, destacó que su organización está comprometida con la sostenibilidad, lo que se refleja en la construcción de una de las plantas de biocombustibles más grandes de Europa. “Buscamos talento que esté dispuesto a colaborar en nuestros esfuerzos por un futuro sostenible,” enfatizó.
Además, Eva Ivars, CEO de Alain Afflelou en España y Portugal, enfatizó que la participación activa de los jóvenes en el ámbito laboral es un hecho. “Las empresas deben crear un entorno que fomente su talento, de lo contrario, la magia de la colaboración no sucederá,” explicó. Ella sostiene que la cultura organizacional debe ser coherente y responsable para atraer y retener a estos jóvenes comprometidos.
La importancia de la educación en la formación de valores
Ricardo Palomo, decano de la Facultad de Ciencias Económicas y Empresariales en la Universidad CEU San Pablo, argumentó que las instituciones educativas desempeñan un papel fundamental en este proceso. “No solo impartimos conocimientos, sino también valores que forman a los estudiantes como profesionales íntegros,” afirmó. Esto requiere una adaptación constante de los programas académicos a las demandas del mercado laboral, donde los docentes son esenciales en la transmisión de estos principios.
Palomo también destacó que los jóvenes actuales son más proactivos y están dispuestos a renunciar a beneficios materiales a cambio de un propósito significativo en su trabajo. “Hoy en día, los estudiantes buscan un sentido en sus carreras, algo que no era tan común en generaciones anteriores,” añadió. Esta disposición hacia el compromiso se traduce en un mayor sentido de pertenencia y alineación con los objetivos de la empresa.
Evaluación y sostenibilidad de los valores organizacionales
Para garantizar que los valores y el talento no se diluyan en la rutina laboral, Jaén de la Vega explicó que en Palladium Hotel Group realizan evaluaciones continuas para asegurar la claridad ética en la organización. “Es esencial mantener diálogos abiertos con los líderes de equipo para revisar cómo se están aplicando nuestros principios,” indicó. Esta práctica ayuda a cultivar una cultura empresarial sólida que, aunque no siempre se refleja inmediatamente en los resultados financieros, crea un entorno positivo donde los empleados pueden prosperar.
Ivars también resaltó la importancia de medir regularmente la satisfacción de los empleados. “Esto nos permite verificar que nuestras acciones están alineadas con nuestros valores y que los colaboradores se sientan orgullosos de ser parte de la empresa,” explicó. A medida que los empleados se integran más en la misión de la organización, es más probable que se comprometan y contribuyan a su éxito.
Preparación para el futuro laboral
Al concluir el foro, Ricardo Palomo instó a los jóvenes a seguir formándose y a estar abiertos a los cambios que se avecinan en el mundo laboral. “La adaptabilidad será clave en un entorno donde los desafíos son constantes y las oportunidades son diversas,” concluyó. La capacidad de aprender y renovarse será crucial para navegar en un futuro donde la tecnología y la ética estarán entrelazadas.
Jaén de la Vega aconsejó a los jóvenes que confíen en su intuición y se esfuercen por cultivar un entorno positivo y generoso. “El esfuerzo es fundamental para alcanzar cualquier meta, y cuidar de quienes nos rodean es igualmente importante,” enfatizó. En un momento histórico de transformación, los jóvenes tienen la oportunidad de elegir trabajar en empresas que reflejen sus valores y aspiraciones, en lugar de conformarse con cualquier opción.
