La expansión del MACBA en el Raval genera controversia entre los vecinos, quienes defienden la preservación del espacio público en la Plaça dels Àngels.
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En el vibrante barrio del Raval, la Plaça dels Àngels se erige como un punto neurálgico donde la vida comunitaria cobra sentido. Aquí se agrupan jóvenes, skaters y vecinos, creando un ambiente que se nutre de conversaciones y risas. Sin embargo, este espacio emblemático se encuentra en el centro de una disputa que ha generado un intenso debate en la ciudad de Barcelona: la propuesta de ampliación del Museo de Arte Contemporáneo de Barcelona (MACBA).
La iniciativa, respaldada por la Fundación MACBA y el Ayuntamiento de Barcelona, prevé la construcción de un nuevo edificio en el antiguo Convent dels Àngels, lo que añadiría más de 2.000 metros cuadrados de nuevas instalaciones al museo. Este proyecto, que requiere una inversión superior a 16 millones de euros y que se espera que se extienda hasta 2027, ha encontrado una feroz resistencia por parte de la comunidad local.
Un barrio en lucha por su identidad
Para los habitantes del Raval, la ampliación del MACBA representa una agresión al tejido social del barrio. Miquel Borràs, un miembro activo de la Red Vecinal del Raval, expresa que la construcción implica la ocupación de aproximadamente mil metros cuadrados de la Plaça dels Àngels. Este hecho no solo afecta la disponibilidad de espacio público, sino que también resalta la preocupación por la transformación del barrio en un lugar más comercial y menos accesible para sus residentes.
La importancia del espacio público
En un barrio con una de las densidades de población más altas de Barcelona, el acceso a espacios públicos es fundamental. Los residentes han visto desaparecer muchas áreas significativas a lo largo de los años, y la Plaça dels Àngels es uno de los pocos lugares que queda para la socialización y las actividades recreativas. La falta de zonas verdes y áreas para el ocio es una constante demanda de la comunidad. Como señala Borràs: “Es vital poder realizar actividades al aire libre, son indispensables para nuestra calidad de vida”.
Además, los vecinos han expresado su deseo de que el MACBA se involucre más en la vida del barrio. Muchos sienten que el museo no es parte de su comunidad, sino un elemento ajeno que no se integra en las dinámicas locales. “El MACBA no participa en nuestros eventos ni se preocupa por los problemas que enfrentamos”, lamenta Borràs, enfatizando la desconexión existente entre el museo y el Raval.
La batalla legal por la compensación del espacio público
El conflicto ha escalado a los tribunales después de que la Red Vecinal del Raval presentara alegaciones contra el plan urbanístico que permite la ampliación del MACBA. Aunque su recurso fue desestimado por el Tribunal Superior de Justicia de Catalunya (TSJC), los vecinos no se rinden y han decidido llevar su lucha hasta el Tribunal Supremo. La clave de su oposición radica en la compensación del espacio público que se perdería con la construcción del nuevo edificio.
Cuestionando la normativa urbanística
Borràs argumenta que la normativa exige que cualquier espacio público que se pierda debe ser compensado en otra ubicación. Sin embargo, sostiene que el plan actual no cumple con esta exigencia, ya que ha habido una recalificación fragmentada de pequeñas áreas en el barrio como zonas verdes, que no compensan adecuadamente la pérdida de la Plaça dels Àngels. Esta situación ha llevado a la comunidad a cuestionar la lógica detrás de las decisiones urbanísticas que afectan su vida cotidiana.
Los vecinos del Raval no solo luchan por mantener su espacio, sino que también buscan un modelo de ciudad que priorice las necesidades de sus habitantes. La historia del MACBA, que comenzó en los años noventa con la demolición de viviendas para construir el museo, destaca un patrón de desarrollo urbano que ha ignorado el costo social. “El esfuerzo para crear un espacio cultural no debe hacerse a expensas de la comunidad”, concluye Borràs, reafirmando la necesidad de repensar la ampliación del MACBA sin sacrificar el espacio público.
La propuesta de un diálogo más inclusivo
En este contexto de conflicto, la Red Vecinal del Raval propone un replanteamiento del proyecto de ampliación. Sugieren que el crecimiento del MACBA podría descentralizarse hacia otras áreas de la ciudad, y que se busquen formas de integrar al museo en la vida del barrio sin perder el escaso espacio libre que queda. “No estamos en contra de la cultura, pero pedimos que se respete nuestro derecho a un espacio público digno”, finaliza Borràs, dejando claro que la lucha por el Raval es también una lucha por la identidad y el futuro del barrio.
