Meg O'Neill liderará BP, rompiendo con las convenciones de la industria petrolera tradicional y estableciendo nuevos estándares de innovación y sostenibilidad en el sector energético.

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En un giro significativo para la industria de la energía, Meg O’Neill, nacida en Boulder, Colorado, se prepara para asumir el liderazgo de BP en abril de 2026. Se convertirá en la primera mujer en ocupar el puesto de consejera delegada en la historia de la compañía.
Con una sólida formación en ingeniería química y oceanográfica, O’Neill ha dedicado su carrera al sector energético, defendiendo el papel del gas natural en la transición hacia energías más sostenibles, a pesar de las críticas que esto ha generado.
O’Neill ha estado en el centro de la atención desde su ascenso a la dirección de Woodside Energy, donde su enfoque en la inversión en infraestructuras gasísticas y su liderazgo en la fusión con BHP han sido puntos focales de su carrera. A medida que BP busca revertir su apuesta por las energías renovables tras un periodo de desafíos financieros, la experiencia de O’Neill será crucial para guiar a la empresa en esta nueva dirección.
Un liderazgo controvertido en tiempos de cambio
Desde su nombramiento como CEO de Woodside en mayo de 2025, O’Neill no ha rehuido de expresar su visión sobre el futuro de los combustibles fósiles. En un entorno donde la descarbonización y la sostenibilidad son palabras clave, su defensa del gas como combustible esencial ha desatado un torrente de críticas. Durante una conferencia de la Australian Energy Producers, afirmó que muchos jóvenes mantienen una visión idealizada sobre las energías renovables, ignorando el impacto energético de sus propias acciones.
Las reacciones a sus declaraciones no se hicieron esperar. Activistas ambientales han protestado enérgicamente, llegando incluso a asediar su hogar en Perth. Sin embargo, estas controversias no han impedido que su carrera avance. En diciembre de 2025, BP anunció su decisión de nombrarla como nueva CEO, un movimiento que refleja su intención de reforzar su compromiso con los combustibles fósiles tras reconocer que sus esfuerzos por las energías renovables no han dado los resultados esperados.
Un recorrido profesional impresionante
La trayectoria de O’Neill en el sector energético es notable. Comenzó su carrera en ExxonMobil, donde trabajó durante 23 años en diversas posiciones técnicas y de gestión en países como Indonesia, Canadá y Noruega, ascendiendo hasta convertirse en vicepresidenta de la compañía. Su experiencia internacional y su capacidad para liderar equipos se han convertido en su sello distintivo.
En 2018, O’Neill se unió a Woodside Energy, donde rápidamente se destacó por su habilidad para gestionar proyectos complejos y de gran envergadura. Uno de sus logros más significativos fue la exitosa fusión con BHP, que no solo duplicó el tamaño de Woodside, sino que también la posicionó entre las diez principales petroleras independientes del mundo. Este tipo de resultados es lo que se espera que O’Neill aporte a BP, especialmente en un momento en que la compañía busca estabilizar su balance financiero tras años de volatilidad.
Desafíos y expectativas en BP
El contexto en el que O’Neill asumirá el liderazgo de BP es de profunda reestructuración. Después de una serie de cambios en la alta dirección y resultados económicos decepcionantes, la compañía ha decidido reducir drásticamente sus inversiones en energías renovables y enfocarse nuevamente en su negocio tradicional de petróleo y gas. Esta decisión, alineada con la tendencia de la industria, ha sido impulsada por la presión de inversores y la necesidad de mantener la rentabilidad en un mercado cada vez más competitivo.
O’Neill llega a BP con la promesa de impulsar la transformación de la compañía hacia un crecimiento sostenido, priorizando la disciplina en la asignación de capital y la maximización del valor para los accionistas. Su experiencia en adquisiciones y su enfoque pragmático son vistos como activos valiosos en un momento en que la industria enfrenta la presión de adaptarse a un entorno cambiante.
Un impacto más allá de la industria
O’Neill no solo es una figura destacada en el mundo empresarial, sino que también representa un símbolo de cambio en la industria del petróleo. Como una mujer abiertamente homosexual, su visibilidad en un entorno tradicionalmente dominado por hombres es significativa. En sus propias palabras, busca ser un modelo a seguir para los jóvenes queer, alentándolos a sentirse cómodos en sus propias identidades dentro del espacio laboral.
A medida que se acerca la fecha de su asunción, el mundo observa con interés cómo O’Neill navegará por los desafíos que enfrenta BP. Su capacidad para equilibrar las demandas de los accionistas con las expectativas de una sociedad cada vez más consciente del medio ambiente será fundamental para su éxito.



