La Casa Árabe enfrenta una crisis financiera preocupante, según informa el Tribunal de Cuentas.

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La Casa Árabe, un consorcio dedicado a fortalecer las relaciones entre España y el mundo árabe, enfrenta actualmente una crisis financiera, según un informe reciente del Tribunal de Cuentas. Esta entidad, que forma parte de la Red de Casas, ha sido objeto de un exhaustivo escrutinio por su gestión económica durante los años 2024 y, especialmente bajo la dirección de Irene Lozano, quien dejó el cargo en febrero de este año.
El informe revela que la Casa Árabe ha sufrido pérdidas continuas, que se aproximan al millón de euros anuales. Estos déficits han generado la urgente necesidad de implementar medidas correctivas para asegurar la viabilidad de la institución. La falta de supervisión adecuada por parte del Ministerio de Asuntos Exteriores ha sido un factor crítico en esta situación.
Deficiencias estructurales en la gestión
Durante el periodo analizado, el Tribunal de Cuentas identificó varias debilidades y deficiencias en la organización interna de la Casa Árabe. En particular, se destacó la ausencia de un sistema de control interno completo, lo que ha impactado negativamente la gestión financiera, la contratación del personal y la seguridad de la información. Estas deficiencias han contribuido a un ambiente de trabajo ineficiente y desorganizado.
Problemas financieros persistentes
El informe señala que los gastos de gestión ordinaria de la Casa Árabe fueron de 3,2 millones de euros en 2024 y 3,3 millones de euros en. Estos gastos han sido cubiertos mediante el uso del remanente de tesorería, pero si la situación no se corrige, se estima que este remanente se agotará para 2026, lo que podría resultar en una crisis aún más profunda.
Falta de planificación y supervisión
Uno de los problemas más alarmantes es la carencia de un sistema de planificación por objetivos. Esto limita la capacidad para evaluar la eficacia de las actividades realizadas por la Casa Árabe. El Tribunal de Cuentas ha recomendado que se realice un estudio de viabilidad para revisar todas las actividades y su relevancia en el contexto de la diplomacia pública.
La falta de dirección y asistencia técnica por parte del Ministerio ha sido otro factor que ha complicado la mejora de la situación. A pesar de ser una entidad diseñada para facilitar la interacción entre diferentes sectores, la Casa Árabe no ha logrado aprovechar adecuadamente las sinergias con otras instituciones de la Red de Casas.
Problemas en la gestión del personal
El informe también destaca que la Casa Árabe carece de un instrumento formal que establezca una relación de puestos de trabajo. Esta ausencia ha llevado a irregularidades en la cobertura de puestos y a una falta de procedimientos claros para la selección de personal. Estas deficiencias han contribuido a un ambiente de trabajo caótico y poco eficiente.
Recomendaciones del Tribunal de Cuentas
El Tribunal de Cuentas ha propuesto varias recomendaciones para mejorar la situación de la Casa Árabe. Se sugiere implementar un sistema de control interno más robusto y establecer manuales de gestión económica claros para todas las áreas. Además, se enfatiza la importancia de desarrollar un catálogo de puestos de trabajo que defina funciones, cualificaciones y retribuciones.
Finalmente, se recomienda intensificar la búsqueda de patrocinios y colaboraciones con entidades del mundo árabe, como legaciones diplomáticas y empresas, para diversificar las fuentes de financiación y asegurar la sostenibilidad financiera de la Casa Árabe.




