La inflación y su impacto en los hogares han provocado una disminución significativa en la tasa de ahorro en nuestro país.

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La economía española ha enfrentado diversos desafíos a lo largo de este año, siendo la inflación uno de los más significativos. Según los últimos datos publicados por el Instituto Nacional de Estadística (INE), la tasa de ahorro de los hogares se ha situado en un 12% en términos desestacionalizados.
Esto representa una reducción de una décima respecto al trimestre anterior y más de un punto en comparación con el mismo periodo de.
Este descenso en la tasa de ahorro es preocupante, ya que refleja la presión que la inflación ha ejercido sobre los presupuestos familiares.
Este año, la inflación ha superado las expectativas, cerrando con un promedio del 2,7%. Esto ha llevado a muchas familias a recurrir a sus ahorros para poder hacer frente a los gastos diarios.
Un análisis de la situación actual
Para entender mejor el contexto de la caída de la tasa de ahorro, es importante considerar que la última vez que se observó un nivel tan bajo fue en el cuarto trimestre de, cuando se registró un 11,6%. Si se analizan las cifras sin ajustar por estacionalidad, la tasa de ahorro de las familias se cifra en un 4,6% de su renta disponible bruta, en comparación con el 6% del mismo trimestre del año anterior.
El impacto de la inflación en los hogares
Raymond Torres, director de Coyuntura Económica de Funcas, señala que, a pesar de que el 12% de ahorro es aún un nivel significativo en términos históricos, se anticipa que este indicador podría seguir disminuyendo en aproximadamente un punto el próximo año. Sin embargo, se espera que este descenso no afecte de manera drástica al consumo, que, junto a la inversión privada, ha sido un motor del crecimiento económico en los últimos trimestres.
Uno de los aspectos más preocupantes es el aumento de precios en productos básicos, especialmente en alimentos, que en noviembre experimentaron un incremento del 2,8% en comparación con el año anterior. Este aumento impacta de manera más severa a los hogares con menos ingresos, que deben destinar una mayor proporción de su renta a estos gastos. Torres advierte que estas familias pueden tener dificultades para mantener sus niveles de consumo en el futuro cercano.
Desigualdades en los ingresos de los hogares
A lo largo de este periodo, ha sido evidente la disparidad en la evolución de los ingresos familiares. Aunque los salarios han mostrado un crecimiento limitado en términos reales, algunos trabajadores han logrado beneficiarse del dinamismo en el mercado laboral, lo que les ha permitido aumentar sus ingresos al sumar nuevas nóminas a sus hogares. Por otro lado, aquellos que reciben ingresos financieros, como dividendos de acciones en un año récord, también han visto mejoras en su capacidad adquisitiva, especialmente si poseen propiedades que pueden alquilar.
Datos relevantes del tercer trimestre de
En el tercer trimestre de, la renta disponible bruta de los hogares alcanzó los 242.683 millones de euros, lo que representa un incremento del 4,2% respecto al año anterior. Por otro lado, el gasto en consumo final creció aún más rápido, con un aumento del 6%, alcanzando los 232.358 millones de euros. Esta diferencia entre los ingresos y el gasto ha llevado a que el ahorro de las familias se reduzca a 11.084 millones de euros, un 20,4% menos que el año anterior.
Asimismo, la inversión familiar aumentó un 5,8% en términos interanuales, alcanzando los 18.102 millones de euros, mientras que la necesidad de financiación se duplicó, incrementándose en un 110,1% hasta los 7.537 millones de euros.




