×

La UE refuerza sus fronteras para salvaguardar la agricultura europea y garantizar su futuro

Francia e Italia rechazan el acuerdo comercial con Mercosur debido a preocupaciones sobre la calidad de los productos importados.

Después de un prolongado proceso de negociaciones que ha abarcado más de dos décadas, la Comisión Europea ha alcanzado un acuerdo comercial con los países del Mercosur, que comprende a Brasil, Uruguay, Paraguay y Argentina. Este acuerdo es considerado por la Comisión como el más estricto hasta la fecha en términos de protección para los agricultores europeos.

No obstante, la oposición de países como Francia e Italia revela que persisten preocupaciones significativas sobre su implementación.

Una de las principales inquietudes radica en las cláusulas de salvaguardia. Aunque estas están diseñadas para proteger a los agricultores europeos ante un posible desplome de precios, su efectividad depende de la capacidad de los países sudamericanos para cumplir con las normativas exigidas por la UE.

Esta incertidumbre ha suscitado cuestionamientos sobre la eficacia de los controles fronterizos europeos.

Controles de calidad y competencia desleal

El sector agrícola en Europa ha manifestado su preocupación por la calidad de los productos que podrían llegar desde Mercosur. En los últimos meses, las autoridades aduaneras han detectado varias partidas de carne de res provenientes de Brasil que contenían sustancias prohibidas, como hormonas ilegales. Estas alarmas han sido registradas a través del Sistema de Alerta Rápida para Alimentos y Piensos (Rasff), que actúa como una herramienta de comunicación entre los Estados miembros sobre amenazas a la salud pública.

Investigaciones sobre la producción brasileña

Recientemente, un estudio de la Irish Farmers’ Association (IFA) reveló preocupaciones aún más profundas respecto a la producción brasileña. Investigadores informaron haber podido adquirir antibióticos sin receta en Brasil y que las granjas que visitaron carecían de etiquetas en los animales. Además, se observó un preocupante comercio de etiquetas removibles, lo que subraya la falta de un sistema de trazabilidad adecuado en el país.

Un informe de la Comisión Europea también destacó que las autoridades brasileñas no pueden garantizar que los ganaderos eviten el uso de la hormona oestradiol 17β, una sustancia prohibida en la UE. Esta situación obligó a Brasil a suspender temporalmente las exportaciones de carne de hembras a Europa, lo que indica serias deficiencias en sus controles de calidad.

Aumentando la vigilancia en fronteras

Ante estas preocupaciones, la Comisión Europea ha reconocido que hay un problema con el control de las importaciones agroalimentarias. En una reunión reciente, el comisario europeo de Agricultura, Christophe Hansen, expresó su descontento con la falta de vigilancia por parte de los Estados miembros. Hansen enfatizó que, aunque las normas fitosanitarias de la UE son las más estrictas del mundo, su efectividad depende de la implementación rigurosa de controles en las aduanas.

Compromisos de la Comisión Europea

Para abordar estas inquietudes, Bruselas ha prometido aumentar el número de auditorías en terceros países en un 50% y en los puntos de control fronterizo en un 33%. Sin embargo, la realidad es que la UE no podrá asegurar que los estándares de producción impuestos a los agricultores de Mercosur sean equivalentes a los de Europa. Esta situación se puso de manifiesto en una reunión reciente donde el Parlamento Europeo intentó endurecer las cláusulas de salvaguardia, lo que resultó en una negociación complicada con el Consejo Europeo.

Finalmente, se llegó a un acuerdo que, aunque no cumplió con todas las expectativas, incluyó un compromiso de la Comisión para mejorar la armonización de normas de producción y estudiar posibles reformas legislativas que fortalezcan el bienestar animal y el control de plaguicidas en productos importados. Esto representa un paso hacia la protección de los agricultores europeos frente a la competencia desleal.


Contacto:
Elena Marchetti

Ex chef estrella Michelin, cerró su restaurante para dedicarse al food writing. Combina técnica culinaria y storytelling.

Lea También