Los municipios de Colmenar del Arroyo y Venturada destacan por su alta concentración de vehículos por habitante, gracias a bonificaciones fiscales.

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La situación es alarmante: en Colmenar del Arroyo, un pequeño pueblo de la Comunidad de Madrid, hay 46 vehículos por cada habitante. Esta cifra se repite en Venturada, donde la relación es de 35 coches por persona. Robledo de Chavela, con 22 coches por habitante, no se queda atrás.
¿Cuál es el secreto detrás de estas cifras desmesuradas? La respuesta se encuentra en las bonificaciones que ofrecen estos ayuntamientos sobre el impuesto de circulación.
El impuesto sobre vehículos: un juego fiscal
El Impuesto sobre Vehículos de Tracción Mecánica (IVTM) es un tributo que los municipios pueden adaptar a su favor.
En España, este impuesto genera cerca de 4.000 millones de euros anuales. Los ayuntamientos buscan atraer empresas y servicios de renting mediante la reducción de este impuesto. Colmenar del Arroyo, Venturada y Robledo de Chavela encabezan el ránking de localidades con más vehículos por habitante, según el Consejo General de Economistas (CGE).
Una estrategia que funciona
La razón detrás de la alta concentración de vehículos es clara: las bonificaciones fiscales. Las localidades madrileñas saben que, al reducir el impuesto, pueden atraer empresas de alquiler que matriculan sus flotas en estos municipios. Esto les permite disminuir su carga fiscal, mientras que los ayuntamientos, a pesar de las bonificaciones, logran ingresos que no obtendrían de otra manera. Sin embargo, las empresas deben establecer su sede en el municipio donde registran sus vehículos, lo que agrega un nivel de compromiso a esta estrategia.
Camiones y motos: más allá de los coches
La Comunidad de Madrid también destaca en la cantidad de camiones y motocicletas por cada 10.000 habitantes. Villanueva de Perales, Colmenar del Arroyo y Tejeda en Las Palmas lideran el ranking en cuanto a camiones. En el caso de las motocicletas, localidades cercanas a la capital son las que predominan, aunque hay excepciones como Cadaqués en Girona, que presenta una moto por cada quinientos habitantes. Este fenómeno de concentración no es exclusivo de Madrid, pero la tendencia es más notoria en esta comunidad.
Un futuro incierto
Las preguntas surgen: ¿Es sostenible esta estrategia a largo plazo? ¿Qué pasará cuando los beneficios fiscales se agoten o cambien las políticas municipales? La tendencia de matricular vehículos en localidades con impuestos más bajos podría seguir creciendo, pero también podría dar pie a un escenario de competencia desleal entre municipios. Y así, la historia continúa, dejando a los ciudadanos preguntándose qué pasará en el futuro.