Telefónica vende su filial en Ecuador a Millicom por 380 millones de dólares, reforzando su estrategia de salida del mercado hispanoamericano.

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El grupo Telefónica ha dado un paso decisivo en su estrategia de reestructuración al acordar la venta de su filial Otecel en Ecuador a Millicom Spain por 380 millones de dólares. Este movimiento no solo representa una significativa reducción de su presencia en Hispanoamérica, sino que también subraya la tendencia de la compañía hacia la desinversión en mercados considerados menos estratégicos.
Detalles de la transacción y el contexto de Telefónica
La operación, que se ha comunicado a través de la Comisión Nacional del Mercado de Valores (CNMV), implica la venta del 100% de las acciones de Otecel, que opera bajo la marca de Telefónica Ecuador.
Este acuerdo sigue a la reciente disposición de otras filiales en la región, incluidas las ventas en Argentina, Perú y Uruguay, consolidando así un enfoque más centrado en mercados de mayor rentabilidad.
La filial ecuatoriana cuenta con aproximadamente cinco millones de clientes, posicionándose como el tercer operador en el país con una cuota de mercado del 28%. Sin embargo, su participación es superada notablemente por Claro, que tiene un 54%, y CNT, con un 18%. Este dato es clave, ya que refleja la difícil competencia en el sector de telecomunicaciones en Ecuador.
Las implicaciones para Millicom y el mercado ecuatoriano
Millicom, por su parte, ha manifestado que la adquisición de Otecel fortalece su presencia en Sudamérica. Marcelo Benítez, CEO de Millicom, destaca que Ecuador es un mercado digital dinámico y en crecimiento, lo que lo convierte en un complemento ideal para su estrategia de expansión. La empresa ve en esta operación una oportunidad para impulsar la innovación y la inclusión digital en un entorno de economía estable y dolarizada.
Este acuerdo es visto como un paso hacia la consolidación del sector de telecomunicaciones en Ecuador, respaldado por un aumento constante en la demanda de servicios móviles y de banda ancha. La transacción está sujeta a la aprobación de las autoridades regulatorias, lo que añade un elemento de incertidumbre a la operación.
Las reacciones y el futuro del sector
Mientras la industria observa de cerca estos movimientos, las partes interesadas se preguntan: ¿qué sigue para Telefónica y su estrategia en el mercado latinoamericano? La desinversión masiva en la región plantea dudas sobre el futuro de la empresa en un mercado que, aunque desafiante, también presenta oportunidades de crecimiento.
Con esta venta, Telefónica no solo se aleja de Ecuador, sino que también refuerza su posición en otras áreas de negocio. La presión para mantener la rentabilidad en un entorno competitivo es palpable, y la pregunta que queda en el aire es si esta estrategia de desinversión será suficiente para revitalizar sus operaciones en mercados más lucrativos.