Un reciente atropello reaviva el debate sobre la seguridad vial en la ciudad
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Un nuevo incidente vial en Logroño
En la madrugada de hoy, un adolescente de 16 años fue trasladado al Hospital San Pedro tras sufrir un atropello en la intersección de la Avenida de Lobete con la calle Santa Beatriz de Silva, en Logroño.
Este suceso, que ocurrió a las horas, fue reportado por la Policía Local al Centro Coordinador de Emergencias SOS Rioja, que activó de inmediato a los servicios sanitarios del Servicio Riojano de Salud. La gravedad del impacto ha llevado a la comunidad a cuestionar la seguridad vial en esta zona.
Un patrón preocupante de siniestralidad
Este incidente se suma a un patrón recurrente de siniestralidad vial en la Avenida de Lobete, una vía que conecta el centro de la ciudad con áreas residenciales y comerciales. Históricamente, esta zona ha sido problemática debido a su diseño urbano y la alta densidad de tráfico. En julio de 2018, un hombre resultó herido tras colisionar contra un vehículo estacionado en el mismo tramo, y en julio de 2020, otro joven de 16 años fue atropellado mientras circulaba en patinete por la cercana Avenida República Argentina.
Medidas insuficientes ante un problema creciente
A pesar de que las autoridades municipales han reconocido los riesgos de esta vía, los esfuerzos para mejorar la seguridad han sido insuficientes. En 2023, se registraron 112 atropellos en la Avenida de Lobete, el doble que en el año anterior. Aunque el Ayuntamiento implementó en 2021 una glorieta holandesa en la confluencia con la calle Obispo Fidel García, diseñada para segregar el tráfico ciclista y peatonal, proyectos como el «anillo sur» aún no han sido completados. Esto deja áreas críticas sin intervención, lo que genera frustración entre los vecinos que claman por un cambio.
La comunidad exige acción inmediata
El estado del joven atropellado no ha sido detallado, pero su traslado al hospital es un claro indicativo de la gravedad del incidente. Este suceso reabre el debate sobre la seguridad vial en entornos urbanos, especialmente en cruces con alta actividad nocturna. La falta de información sobre el conductor involucrado y las circunstancias del atropello mantiene a la comunidad en un estado de incertidumbre, exigiendo medidas contundentes para evitar nuevas tragedias en un enclave que ha sufrido décadas de negligencia institucional.
