El ataque de ransomware pone en jaque la seguridad de datos municipales en Níjar.
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Un ataque que sacude a la administración local
El Ayuntamiento de Níjar, en la provincia de Almería, se encuentra en medio de una crisis de ciberseguridad tras un ataque de ransomware atribuido al grupo Devman. Este incidente, que tuvo lugar durante la madrugada del 24 al 25 de mayo de 2025, ha puesto en evidencia la vulnerabilidad de las administraciones locales frente a las ciberamenazas.
Durante el ataque, se secuestraron datos, claves de acceso y archivos confidenciales, lo que ha generado una gran preocupación entre los funcionarios y ciudadanos.
Investigación en curso y medidas de seguridad
La Guardia Civil ha tomado las riendas de la investigación para determinar el alcance de la intrusión.
Aunque el Ayuntamiento logró restaurar los servicios el domingo siguiente y actualmente opera con normalidad, aún no se han revelado detalles sobre qué documentos fueron afectados. Fuentes cercanas a la investigación han indicado que, a pesar de las típicas demandas de rescate que suelen acompañar a estos ataques, no se ha recibido ninguna exigencia económica, lo que añade un aire de misterio sobre los verdaderos objetivos del grupo atacante.
Recomendaciones para prevenir futuros ataques
Ante la creciente amenaza de los infostealers, la Diputación de Almería ha instado a sus empleados a adoptar prácticas de seguridad más robustas, como el uso de contraseñas fuertes y la verificación en dos pasos. Por su parte, el Ayuntamiento de Níjar ha activado los protocolos del Esquema Nacional de Seguridad y está colaborando con el Instituto Nacional de Ciberseguridad (Incibe) para reforzar sus defensas. La preocupación por la seguridad de los datos ciudadanos sigue latente, aunque hasta el momento no se han reportado afectaciones directas a la información personal de los habitantes.
Un panorama global de ciberamenazas
El grupo Devman ha sido responsable de ataques a al menos 41 organizaciones en 2025, afectando a sectores tan diversos como el tecnológico, sanitario y de telecomunicaciones en países como Sudáfrica, Singapur y Estados Unidos. Este contexto internacional resalta la necesidad urgente de que las administraciones rurales, como la de Níjar, fortalezcan sus capacidades para enfrentar ciberamenazas cada vez más sofisticadas. La digitalización de los servicios públicos debe ir acompañada de protocolos de seguridad que eviten colapsos operativos y garanticen la confianza de los ciudadanos en sus instituciones.
