La Guardia Civil investiga a un conductor que superó los límites de velocidad y dio positivo en drogas.

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Un caso preocupante de conducción temeraria
Recientemente, la Guardia Civil llevó a cabo una investigación sobre un conductor que circulaba a una velocidad alarmante de 213 km/h por la Autovía A-4, en Valdepeñas, Ciudad Real. Este tramo tiene un límite de velocidad de 120 km/h para turismos, lo que convierte este incidente en un claro ejemplo de conducción temeraria.
El hecho ocurrió el 21 de diciembre de 2024 durante un control de velocidad, y no solo se trató de un exceso de velocidad, sino que también se detectaron otros factores de riesgo que agravan la situación.
Consumo de sustancias psicoactivas
El conductor no solo superó el límite de velocidad, sino que también presentó una tasa de alcohol en aire espirado de 0,30 mg/l, lo que excede el máximo permitido de 0,25 mg/l. Además, dio positivo en las pruebas de detección de cocaína y cannabis. Esta combinación de velocidad excesiva y consumo de sustancias psicoactivas convierte este caso en uno de los más graves registrados en la provincia en los últimos años. Según el artículo 379.1 del Código Penal, superar en más de 80 km/h el límite en vías interurbanas es considerado un delito contra la seguridad vial, con penas que pueden incluir prisión de 3 a 6 meses, multas de hasta 12 meses de salario, y la retirada del permiso de conducir por un periodo de 1 a 4 años.
Campañas de control y prevención
Este incidente se enmarca dentro de las intensivas campañas de control que la DGT ha desplegado en Ciudad Real durante el periodo 2024-2025. Solo entre el 7 y el 13 de abril de 2025, se controlaron 26.663 vehículos en la provincia, resultando en 1.339 denuncias por exceso de velocidad, lo que representa un incremento significativo en comparación con el mismo periodo del año anterior. La estrategia de la DGT se centra en las carreteras convencionales, donde se concentra el 53% de los siniestros mortales, según datos del Observatorio de la DGT.
La relación entre la velocidad y la letalidad en accidentes de tráfico está bien documentada; un aumento del 10% en la velocidad media puede elevar el riesgo de muerte en un 40% en caso de colisiones. Por lo tanto, casos como el detectado en la A-4 subrayan la necesidad de combinar controles policiales con campañas educativas, especialmente dirigidas a los conductores jóvenes, quienes representan el 62% de los infractores reincidentes. La Guardia Civil ha enfatizado que estos operativos continuarán de forma permanente para disuadir conductas de alto riesgo.