La dimisión de Santos Cerdán revela serios problemas de corrupción en el PSOE, desatando una crisis política.

Temas cubiertos
La dimisión de Santos Cerdán, el número tres del PSOE, sacudió los cimientos del partido en cuestión de horas. Apenas se conoció un informe devastador de la UCO que lo vinculaba con el presunto pago de comisiones por obras públicas, Cerdán anunció que dejaba su acta de diputado.
La acusación es grave: se investiga la gestión de al menos 620.000 euros en mordidas. Pedro Sánchez, presidente del Gobierno y líder socialista, en una rueda de prensa posterior, reveló que le pidió la dimisión tras conocer los nuevos indicios.
“Hasta esta mañana, estaba convencido de su integridad”, afirmó Sánchez, mientras la presión política aumentaba.
Las implicaciones del informe de la UCO
El informe de la UCO, que ha dejado al Ejecutivo y al PSOE en un estado de shock, incluye conversaciones explícitas que sugieren prácticas corruptas. Cerdán, en una declaración sin el logotipo del partido, insistió en su inocencia y subrayó que dimitía para concentrarse en su defensa, asegurando que nunca había cometido ninguna ilegalidad. Sin embargo, el clima dentro del PSOE es tenso. Dirigentes críticos sostienen que la dimisión de Cerdán no es suficiente; piden explicaciones claras y decisiones contundentes de parte de Sánchez.
Las reacciones en el seno del partido
La crisis actual no se asemeja a las anteriores. Con un historial de sobrevivencia en tormentas políticas, esta vez la situación parece más complicada. Cerdán se convierte en el segundo secretario de organización del PSOE involucrado en un escándalo de corrupción, después de José Luis Ábalos. La presión sobre el presidente es palpable, y algunos miembros del Gobierno han expresado su indignación. “Sánchez debe dejar de estar escondido”, exigió Gabriel Rufián, de ERC. La rueda de prensa de Sánchez, que duró apenas 20 minutos, dejó más preguntas que respuestas.
La presión de los socios y la oposición
Los socios de la coalición, especialmente Sumar y Podemos, han exigido acciones inmediatas. Sumar pidió que Cerdán renunciara a su cargo y a su acta de diputado. A pesar de la gravedad de la situación, un adelanto electoral antes de 2027 ha sido descartado por Sánchez. Sin embargo, la mayoría de los apoyos del Gobierno están insatisfechos y piden más que solo la dimisión de Cerdán. La sombra de una moción de censura no se disipa, aunque algunos, como Junts, ya han dejado claro que no la apoyarán.
Un futuro incierto para el PSOE
La incertidumbre reina en el PSOE después de la renuncia de Cerdán. A medida que los detalles del informe se desvelan, las especulaciones sobre una profunda reestructuración del partido y del Gobierno aumentan. Algunos líderes sugieren que es necesario un cambio radical para recuperar la confianza de la ciudadanía. “El presidente debe actuar rápidamente”, advierte un alcalde preocupado. La sombra de la corrupción amenaza con arrastrar al partido hacia un abismo del que podría ser difícil salir.
Reflexiones finales sobre la crisis
La situación actual no solo afecta al PSOE, sino que también plantea serias preguntas sobre el futuro del Gobierno. La confianza de los ciudadanos se ve erosionada y la imagen de un partido que llegó al poder prometiendo luchar contra la corrupción se tambalea. “No podemos seguir así”, comenta un miembro del comité federal mientras se aleja del Congreso, visiblemente afectado. La política española está en un punto crítico, y el desenlace de esta crisis podría determinar el rumbo del país en los próximos años.