Los infartos en quirófano son comunes, advierte el doctor Abellán. La juventud no está exenta de riesgos cardiovasculares.
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«Veo infartos en quirófano a diario», así comienza el doctor José Abellán, cardiólogo del Hospital Santa Lucía de Cartagena, en una reveladora charla. En el pódcast Realfooding, presentado por Carlos Ríos, el médico no se guarda nada y lanza una advertencia: los casos de enfermedades cardiovasculares graves en personas jóvenes son cada vez más frecuentes.
Esta afirmación, impactante y alarmante, revela una realidad que muchos prefieren ignorar.
El panorama actual de la salud cardiovascular
Según Abellán, un dato escalofriante se cierne sobre la sociedad: “el 40% de los infartos no llegan al hospital”. Este hecho pone de manifiesto la urgencia de abordar el estilo de vida como un factor crítico en la prevención de estas enfermedades.
La alimentación y el ejercicio físico son, según él, herramientas esenciales de salud pública y no meras recomendaciones. Sedentarismo, estrés, ultraprocesados y tabaquismo se entrelazan para dañar las arterias desde una edad temprana.
Una juventud en riesgo
«Tenemos niños de 13 años con placas de colesterol», afirma sin rodeos. Este fenómeno se relaciona con una generación que ha crecido rodeada de malos hábitos alimentarios, escasa actividad física y una constante exposición a productos industriales. Según el cardiólogo, “comer peor y moverse menos” ha sido la norma durante los últimos 70 años, y las consecuencias son palpables. Pero, ¿cuándo se convertirá esto en una alarma social?
Factores de riesgo y su impacto
Uno de los momentos más reveladores de la conversación fue cuando Abellán comparó los riesgos: «Te aporta muchísimo menos riesgo la carne roja que un cigarrillo». No se trata de demonizar alimentos, sino de contextualizar. El riesgo cardiovascular no proviene de un consumo ocasional de carne roja o huevos, sino de una dieta basada en ultraprocesados y hábitos que generan inflamación crónica en el organismo.
El tabaco del siglo XXI
“Los ultraprocesados son el tabaco del siglo XXI”, señala contundente. Estos productos alteran el equilibrio intestinal y aumentan la permeabilidad del intestino, permitiendo el paso de sustancias que provocan inflamaciones. Este entorno inflamatorio es, en muchos casos, el primer paso hacia el desarrollo de placas de ateroma, causantes de infartos e ictus. La pregunta que queda en el aire es: ¿estamos conscientes de lo que consumimos?
Colesterol: un problema multifacético
Al referirse al colesterol, Abellán es claro: “el problema no es solo tenerlo alto”, sino el contexto en el que aparece. Un colesterol elevado en una persona sana que lleva un estilo de vida adecuado tiene menos impacto que en alguien con hábitos desordenados. Sin embargo, sugiere que reducir grasas animales y aumentar el consumo de vegetales suele mejorar los niveles sin necesidad de fármacos. ¿Estamos dispuestos a cambiar nuestra dieta?
Esperanza a través del cambio
Aquellos que se preguntan si es posible revertir las placas de colesterol encontrarán una respuesta alentadora: “Sí, se puede estabilizar e incluso reducir”. Los cambios drásticos en el estilo de vida son la clave. Alimentación basada en plantas, ejercicio regular, descanso adecuado y control del estrés son los pilares de esta transformación. Abellán ha visto mejoras en sus pacientes, incluso superiores a las de algunos medicamentos.
Una dieta más consciente
El doctor Abellán propone una pauta realista: «basar tu dieta en plantas, moverte todos los días y reducir al mínimo los ultraprocesados». No demoniza alimentos específicos, aclara que disfrutar de una buena carne roja de vez en cuando no es el problema. La verdad radica en el equilibrio. Y así, la cuestión persiste: ¿estamos realmente listos para hacer esos cambios necesarios?
