En el otoño de 1970, General Motors presentó el Chevrolet Vega.
Se trataba de una de las primeras incursiones de un fabricante norteamericano en el segmento de los coches pequeños, de hecho, alguna de las cajas en las que estuvo disponible podrían llegar a considerarse como “compactas”, sin embargo y a pesar de que su precio era bastante competitivo para la época, el Chevrolet Vega fue uno de los fracasos más sonados en la centenaria historia del fabricante.
Aunque tenía básicamente cuatro cajas: berlina, familiar, coupé y camioneta, las dos primeras fueron las más populares y su diseño guarda una curiosidad, ya que se podían apilar verticalmente un coche enfrentado con otro para poderlos transportar en barco con mayor facilidad.
Esta solución denota el gran interés puesto por la marca en este modelo, que pretendía convertir en su primer coche global.
Y, durante los primeros años, pareció conseguirlo con grandes cifras de ventas.
Era la época de Pete Este y John Delorean en GM y decidieron abaratar demasiado la chapa haciéndola más fina mientras se gastaban ingentes cantidades en proyectos poco realistas como el desarrollo de una versión con motor rotativo.
Mientras, las primeras quejas de usuarios por problemas de corrosión comenzaron a llegar y a hacer que el Vega comenzase a tomar mala fama entre los conductores americanos.
Pero lo que terminó de matar al Vega fueron los profundos cambios económicos que se vivieron durante su ciclo de vida: de 1970 a 1977, con una crisis económica mundial y una inflación que hizo subir su precio en un 50% (de 2.
090 dólares a 3.
249) a lo largo de esos años.
El Vega entró en la historia por ser el primer modelo bajo la marca Chevrolet y llevar además un bloque de aluminio, una pura excentricidad dado lo antigua de la mecánica y que sólo rendía 80 CV.
“El Vega generó una relación muy hostil entre los departamentos de diseño e ingeniería y de ellos con la división de Chevrolet, al frente de la cual estaba yo.
Desde el primer día, fue un modelo problemático y lo peor es que la imagen de General Motors dependía de él.
Había que empezar a fabricarlo en un año y nadie quería hacer nada con este coche”, John Delorean, presidente de Chevrolet en 1970.
Traducción libre.
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