Desde que Julia Janeiro cumplió los 18, la prensa no ha dejado de perseguirla y hacer noticia de cada uno de sus movimientos, por ello, ha decidido tomar una decisión para tratar de alejarse del foco mediático.
Desde su cumpleaños, el pasado 18 de abril, todos los medios sociales despixelaron su cara y empezó a copar la portada de las principales revistas del corazón, así como a generarse noticias sobre su vida familiar y sentimental. Algo que parece no haberla gustado, y por eso ha privatizado su cuenta oficial de Instagram.
Cerrando así la ventana a cualquiera que no esté entre sus “seguidores permitidos”, de poder ver lo que comparte en su día a día.
Cuenta que ha subido como la espuma y que ya alcanza los 180.000 fans que quieren saber de su vida. Y aunque está verificada, ella quiere seguir manteniendo su anonimato en la medida que le sea posible.
Juls, sabe que es hija de una de las parejas más reconocidas y mediáticas de España; María José Campanario y Jesulín de Ubrique. Pero esto no quiere que le afecte a ella, además, fuentes cercanas aseguran que prefiere su vida tranquila en Madrid junto a su novio; Bryan Mejía, y continuar sus estudios universitarios. Sin embargo, continuará con su faceta de influencer en las redes.
De esta manera seguirá la estela de su hermana; Andrea Janeiro, quien nada más alcanzar la mayoría de edad se marchó a estudiar al extranjero, concretamente a Londres, para evitar lo que ahora está viviendo Julia. Hace unos días ambas hermanas se reunían con su padre Jesulín de Ubrique para pasar el día. Seguramente su hermana mayor le aconsejó sobre cómo afrontar su popularidad y limitar el acceso a la prensa a su vida íntima.
Según Belén Esteba, la relación entre las hermanas era algo que se mantenía en secreto porque a la madre de Julia, no le gustaba que se supiera públicamente. Debido a los constantes enfrentamientos que han protagonizado ambas familias durante años.
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