Fiama Rodríguez y Sofía Cristo accedieron a la petición de Jordi González y ante los aplausos del público decidieron besarse. Una relación que por el momento no ha ido más allá, pero que deja patente la atracción que ambas sienten.
Durante su paso por ‘Secret Story’, demostraron que existía muy buena química y atracción entre ellas. La expulsión disciplinaria de Sofía y la expulsión del público de Fiama no dejó que su amistad dentro de la casa se convirtiera en algo más.
Sin embargo, el pasado jueves con Fiama en plató, Sofía la recibió con un abrazo y quedaron en volver a verse.
Este pasado domingo durante el debate, fue Jordi González el que se percató en un momento del programa que ambas se estaban susurrando algo al oído, por lo que quiso acercarse a ellas y preguntarles qué estaba pasando.
Ellas reconocieron que hablaban de las ganas que tenían de poder estar de nuevo en la casa de los secretos. Además, querían dejar claro que ellas sí se habrían dado un auténtico beso de película, no como el que se dieron Luca Onestini y Cristina Porta.
La afirmación provocó que tanto el presentador como el público presente en plató comenzaran a pedirlas que lo demostraran y se dieran un beso allí mismo. «Va a ser un piquito porque nuestro primer beso no puede ser así», dijo Cristo a Jordi, para después besarse con Fiama.
A lo largo del debate, Jordi González se acercó a Fiama para preguntarle cuál era el secreto que la había hecho participar en el reality. Fue entonces cuando la canaria reveló lo siguiente: “Soy fetichista. Robo la ropa interior de mis amantes”.
Ante la sorpresa del catalán, Fiama quiso explicarlo detalladamente: “Fue una época, un añito que tuve, cuando tenía 18 añitos, tuve un verano movidito y me apetecía coleccionar los calzoncillos de las personas con las que estaba. Los tengo guardados. Tendré diez o doce”.
La exconcursante de ‘La isla de las tentaciones’, contó que aún los conservaba en casa de su madre y que cuando los chicos a los que se los robaba la buscaban, ella siempre usaba la misma táctica para tratar de no ser descubierta. “Yo me hacía la loca y me ponía a buscarlos pero los escondía”.
Los colaboradores allí presentes quisieron saber más del tema, y la preguntaron si los lavaba o los conservaba como el día que los robó. “Sí, están lavados y dobladitos”, aclaró Fiama.
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