Quizá alguno conozcáis a alguna de las empresas que se dedican actualmente a recuperar vehículos robados.
Básicamente, existen dos modalidades: las que recurren a un módulo GPS escondido en el coche y los que rastrean a ojo y con ayuda de las autoridades.
En ambos casos, los propietarios de los coches tienen que abonar una cantidad notable para conseguir esa protección, un dinero que hace que sólo valga la pena contratarla para vehículos de gama alta.
Continental acaba de presentar una alternativa con la que pretende declarar la guerra a los ladrones de coches y, de paso, a las altas cuotas de los seguros.
Con el tamaño aproximado de un libro de bolsillo y oculto en una discreta caja de plástico, la unidad electrónica de su paquete telemático denominado.
Una oficia central puede monitorizar los movimientos del automóvil e, incluso, inutilizarlo por vía remota.
Novanto es también útil para la gestión de flotas que, ahora podrán mantener el control sobre su parque con un ordenador.
Las aseguradoras también podrán personalizar las cuotas basándose en los perfiles de los registros, denominado en los modelos de seguro Pay as you drive (pague según lo que conduzca).
Los fabricantes pueden integrar el módulo electrónico necesario en la arquitectura del vehículo, pero también es posible adaptarlo en los automóviles ya existentes.
Este sistema incorpora un receptor GPS que rastrea la posición exacta del vehículo mediante el sistema global por satélite y se conecta a un módulo GSM.
A través de una conexión de radio celular codificada, este emisor puede transmitir la posición del vehículo.
El mensaje de radio puede activarse mediante un sistema de alarma presionando un botón de emergencia o por un transmisor de movimiento que se activa al moverse el coche.
Novanto puede también programarse para permitir a las centrales de control de flotas solicitar la posición actual del vehículo.
El porcentaje de vehículos equipados con este sistema es aún bastante bajo en muchos mercados.
Sin embargo, hay un número de países en los que los sistemas de este tipo son una condición necesaria para matricular los vehículos de un determinado valor.
Y lo que es más, la mayoría de las aseguradoras rechaza cubrir exclusivos vehículos de lujo, potentes deportivos y valiosos automóviles antiguos que no incluyan un sistema de seguimiento.
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