Cualquiera que se haya comprado un coche alguna vez se habrá puesto a echar cuentas para ver cuánto consume y saber si le merece la pena éste y otro modelo.
En este mismo baremo, los demás costes de mantenimiento también cuentan, así como la amortización del automóvil en cuestión.
De hecho, muchas revistas especializadas incluyen todos estos costes asociados al vehículo en las tablas comparativas para ofrecer una información completa a sus lectores.
Afortunadamente, cuando llegue de verdad ese futuro a medio plazo en el que podamos ir a un concesionario y comprar un eléctrico, muchos empezaremos a olvidar el mal trago de pasar por la gasolinera.
Sin embargo, en ese momento todavía habrá que tener en cuenta algunos otros factores.
En primer lugar, parece que los eléctricos va a seguir siendo algo más caros que los coches con motor de explosión al menos durante algunos años.
Así, para poder calcular la amortización del vehículo habrá que tener primero en cuenta la vida útil de sus baterías.
Hay marcas que hablan de 100.
000 kilómetros, otras bastantes más y algunas de periodos de seis u ocho años.
Pongamos por ejemplo, un Nissan Leaf que se podrá adquirir por alrededor de 30.
000 euros, sus baterías deberán ser sustituidas a los ocho años aproximadamente.
Como su autonomía no permite que te lo lleves de vacaciones, estos vehículos podrán hacer, como mucho, 15.
000 km/año.
Las cuentas son sencillas, me salen 120.
000 kilómetros.
Por si no lo sabías, el coste de la electricidad para que un coche eléctrico realice 100 km es de aproximadamente 1 euro, así que hay que sumarle otros 1.
200 a los 30.
000 euros que gastaste al principio.
Eso sí, aquí acaba todo porque el mantenimiento de un eléctrico que no lleva componentes mecánicos es, en principio, cero.
Con estos datos, me sale que el coste por km del Nissan Leaf es de 0,26 euros.
Th!nk CitySegún indicaba Emilio Larrodé, catedrático de Transportes de la Universidad de Zaragoza, en el Congreso de Ingeniería de los Transportes (CIT2010) “Transporte sostenible y accesible.
Retos Tecnológicos, de gestión y Recursos”, que se celebró hace poco en Madrid: “Esta eficiencia empieza en el propio motor que tiene un rendimiento superior al 80% mientras que un motor térmico –de gasolina o gasoil- presenta un rendimiento del 30 ó 40%”.
Para encontrar un coche en el mercado que se aproxime ese dato, tendríamos que irnos a un Smart ForTwo diésel o similar y tenerlo circulando más de diez años, rezando todos los días para que no se le rompa nada que no esté en garantía, por supuesto.
Así las cosas, habrá que esperar que el estado no empiece a inventar fórmulas para grabar ni a esta clase de vehículos ni a la electricidad que consumen.
Esa sería la mejor política de apoyo al coche eléctrico y no hacer tanto anuncio.
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