Cada año, los “International Engine of the Year Awards” son para la industria del motor como los Oscars de Hollywood para la del cine.
Conseguir uno de estos galardones entregados por un comité independiente sirve para muchas cosas, aunque siempre he pensado que en ese mundillo lo que más les satisface es poder presumir ante sus competidores.
Ciertamente, tienen de qué porque no hay dónde conseguir otro como estos.
En la edición de este años, ha salido ganador el nuevo motor 6.
3 V8 de Mercedes AMG.
Además, lo ha hecho por partida doble puesto que se ha hecho con las categorías de “mejor mecánica deportiva” y “mejor motor por encima de cuatro litros”.
Como todos sabéis, se trata del propulsor que lleva el SLS AMG.
A pesar de no llevar un turbo incorporado –muchos dirían major además de-, este motor denominado internamente M 156 es capaz de entregar 525 CV de potencia con un par motor máximo de 650 Nm.
El M 156 ya consiguió este mismo premio en 2009, pero una serie de mejoras incorporadas le han permitido volver a hacerse con él.
Todas ellas fueron desarrolladas para el SLS como los pistones forgados o las nuevas conexiones más ligeras que hacen el motor 3 kg menos pesado.
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