La desescalada cesa la destrucción del empleo: 3,8 millones de parados

La desescalada y el abandono del estado de alarma han puesto fin a la destrucción del empleo. Un 28% más que el pasado mes de junio.

La desescalada y el abandono del estado de alarma han puesto fin a la destrucción del empleo. Junio fue el mes en el que el mercado laboral estuvo lanzado a su máximos, lo que no impidió que sumara 5.107 parados más que el año pasado, dejando una cifra total de 3.862.883 desempleados (un 28% más que hace un año).

La desescalada deja millones de parados

No se vivía una situación similar desde mayo de 2016. A lo largo del presente año, el sistema ha perdido 893.360 afiliados (un 4,57% menos en términos relativos), lo cual contrasta directamente con las cifras récord de afiliación a la Seguridad Social alcanzadas en Junio del año pasado: Con 19,5 millones de trabajadores en activo, el empleo sumaba cerca de 75.000 afiliados mensuales y se crearon más de 500.000 puestos de trabajo.

El pistoletazo de salida hacia la recuperación

Este verano, el total de personas afiliadas se sitúa en 18.624.337, lo cual supone un aumento de 68.208 cotizantes si se tiene en cuenta la media del pasado mes de mayo (un 0,37% más). Los sectores que más han contribuido a frenar la caída del empleo han sido la construcción, el comercio, y las actividades auxiliares y administrativas. La hostelería, uno de los generadores de empleo más potentes dentro de los meses estivales, sumó algo más de 20.000 afiliados en Junio.

Los costes de la crisis laboral

Desde el inicio de mayo, cuando los esquemas de protección de empresas y trabajadores llegaron a incluir a 3,7 millones de trabajadores a través de expedientes de regulación temporal de empleo (ERTE), han salido 1,56 millones de afiliados. En el último mes, 1,17 millones de trabajadores han abandonado esta situación. La gran mayoría (1,059 millones) estaban en ERTE por fuerza mayor.

Según datos del Ministerio de Trabajo, el número de prestaciones roza los 5 millones (4.947.921) y han generado un total de gasto de 5.586 millones de euros con un desembolso medio por beneficiario de 1129 euros. El plazo de reconocimiento de las prestaciones se ha duplicado.