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La alarma antiaérea suena en Kiev tras la llegada de Macron, Scholz y Draghi. El portavoz del Kremlin, Dmitri Peskov, califica de confrontación candente la relación que hay actualmente entre Rusia y EEUU.
Los líderes de Francia, Alemania e Italia, Emmanuel Macron, Olaf Scholz y Mario Draghi, han viajado a Kiev. Lo han hecho para lanzar un mensaje de unidad y de apoyo europeo a los ucranianos y abordar sus aspiraciones de sumarse a la Unión Europea.
Sin embargo, poco después de su llegada ha sonado en la capital ucraniana la alerta antiaérea, según informaron los medios. El corresponsal en Kiev de la cadena alemana NTV señaló que es habitual en Kiev oír la alarma antiaérea dos o tres veces al día, pero que ahora llevaba 48 horas sin activarse.
En el momento de la conexión precisó que la alarma llevaba sonando ya entre quince y veinte minutos y que el canciller alemán, el presidente francés y el primer ministro italiano, seguían en el hotel. Estaban a la espera de que dejara de sonar la sirena. Este viaje «es un mensaje de unidad europea a los ucranianos y las ucranianas, de apoyo para hablar a la vez del presente y del futuro, porque sabemos que las próximas semanas serán muy difíciles»
Esta dificultad ha causado ya un retraso en la agenda de los tres líderes europeos, que tenían previsto pasar sólo brevemente por el hotel. Después, los espera un almuerzo de trabajo con Zelenski, seguido de una conferencia de prensa y un paseo por zonas de la ciudad dañadas por la guerra. Los tres dirigentes llegaron a una estación de Kiev plagada de militares ucranianos y en la que una caravana de vehículos les esperaba en el mismo andén. Allí también estaba la ministra ucraniana de Integración Europea, Stefanishyna Olha.
A la espera del resultado de sus conversaciones con Zelenski, el canciller alemán, Olaf Scholz, y el francés Macron avanzaron antes de su llegada a Kiev el objetivo de este viaje. Garantizar la solidaridad con Ucrania pero también la continuidad del apoyo a ese país.
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