La edición 2010 de la Vuelta Ciclista a España comenzó en este sábado con la etapa Sevilla-Sevilla.
Sinceramente, no se me ocurre mayor faena para los ciclistas que en su mayoría entrenan en el norte de España o en otros países de Europa que hacerles disputar una crono en la capital andaluza en pleno mes de agosto, al menos fue de noche.
Como cada año desde 2003, un vehículo de Ford será el coche oficial de la prueba que este año alcanza su edición número 75.
El elegido para esta temporada ha sido el nuevo C-Max por sus cualidades, espacio interior y, sobre todo, porque se fabrica en nuestro país y la Vuelta siempre pasa por Almussafes, al menos desde 2003 como os podéis imagina.
Dar apoyo logístico a semejante caravana es una tarea compleja para la que se ha puesto a disposición de la organización 80 vehículos.
Esta es la primera aparición pública del nuevo C-Max, así que quizá muchas de las personas que veáis seguir la carrera en directo, en realidad se acerquen a ver pasar el nuevo monovolumen de Ford.
Cosa que no podrá hacerse en los concesionarios hasta dentro de un par de semanas, salvo algunos casos contados.
En total hay 64 C-Max que acompañarán a las estrellas del pelotón durante las 21 etapas de la prueba española.
En algunas ocasiones, pasada la competición, Ford lanza una oferta especial para adquirir estos vehículos, aunque cuando se trata de un coche que todavía no está en el mercado seguramente volarán como una bolsa de caramelos a la puerta de un colegio.
Si os acercáis a la llegada de la Vuelta a España, Ford tiene en el parque de asistencia una carpa en la que mostrará el nuevo C-Max así como sus características principales y posibilidades de configuración.
También admitirán reservas allí mismo.
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