Parece que estamos ante uno de los últimos culebrones de todo el tema de la reestructuración de la firma aleman Opel.
Para bien o para mal.
Y es que el Gobierno germano decidirá mañana mismo si acepta o no la solicitud para dar avales estatales a la filial europea de General Motors.
La firma estadunidense GM, aspira a recibir de parte del Estado alemán garantías de créditos del orden de mil 100 millones de euros, con los que podría llevar a cabo la reestructuración de sus actividades en toda Europa.
El miércoles, según anunció ayer el portavoz del Ministerio de Economía, sería el día del anuncio.
La comisión que administra el fondo creado a principios de 2009 para asistir a empresas con problemas de financiación a causa de la crisis económica pospuso hasta mañana la reunión prevista por razones puramente de agenda.
Desde Opel, de voz de su comité de empresa, ya se ha avisado que sin la ayuda del Estado General Motors podría suprimir todavía más puestos de trabajo en Alemania, corriendo peligro dos de las cuatro plantas que la casa tiene en el país.
Desde el gobierno alemán, por su parte, se escuchan cada vez más voces que se oponen a otorgar las ayudas alegando que General Motors se encuentra en proceso de recuperación y que no es necesario inyectar dinero.
Las asociaciones empresariales también se manifestaron contrarias a la concesión de avales a la automotriz, puesto que ello podría distorsionar la competencia de mercado.
Y es que la polémica está servida, porque desde algunas fuentes, como el periódico germano Bild, confirma que General Motors, la segunda mayor productora de automóviles del mundo, cuenta con fondos suficientes para sanear Opel por cuenta propia.
Si quieres saberlo todo sobre la reestructuracióon de Opel pinchad aquí.
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