Uno de los viejos sueños de la industria de la automoción en los años cincuenta y sesenta, emplear turbinas para crear vehículos superpotentes, podría ser llevado ahora a la realidad. Si en aquélla época hubo que desechar los proyectos de GM o Chrysler porque eran inviables coches tan potentes y de tales consumos ahora esta tecnología podría ayudar a ampliar la autonomía de los coches eléctricos del futuro.
La clave está en la nueva generación de turbinas disponibles, mucho más pequeñas y eficientes que los motores de combustión. Como podéis ver en los vídeos de más abajo, también ofrecen mucha más potencia. Además, son capaces de utilizar un amplio espectro de combustibles por lo que su llegada a diferentes mercados se facilitaría considerablemente.
La idea de Jaguar–Land Rover, que han invertido un millón y medio de euros en una empresa especializada en construir estos dispositivos, Bladon Jets, es emplear las turbinas para generar electricidad cuando las baterías de los coches eléctricos estén a punto de agotarse. El consorcio de empresas británicas creado entre Bladon Jets, Jaguar–Land Rover y SR Drives promete tener listo su primer extensor de autonomía dentro de poco. Aunque el consumo de gas de estos artefactos es brutal, al haber conseguido reducir tanto su tamaño bastaría con un depósito de apenas 20 litros de capacidad. Como la energía generada y la eficiencia son muy elevadas, en pocos minutos las turbina habría podido recargar el paquete de baterías y así se podría retornar en seguida a un modo de conducción puramente eléctrico. Vía
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