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Review: Peggle

Porque no sólo de ser hardgamer vive el hombre, a veces hay títulos como Peggle que pegan (broma tonta) fuerte entre aquellos que normalmente preferimos salvar el mundo, acabar con amenazas alienígenas y destrozar zombies por doquier.
Sólo hace dos días que apareció en Xbox Live Arcade, pero menudos dos días.

Os advierto que si no conocéis Peggle y decidís gastar 800 puntos en su descarga no os arrepentiréis, pero correréis el riesgo de perder la noción del tiempo y algunas horas de sueño.
Estáis avisados.
Después de esta advertencia, pasaremos a analizar Peggle, el último título cortesía de Pop Cap Games, una mezcla de pinball y arkanoid sumamente adictivo y con una dificultad que va aumentando en una progresión que invita a seguir avanzando, y volver a jugar niveles para mejorar nuestras habilidades.

El juego tiene un total de 55 fases, cada una con un personaje que hará las veces de profesor, enseñándonos nuevas habilidades únicas que podremos usar según el “maestro” que tengamos en cada grupo de fases.
La mecánica consiste en destruir todas las casillas naranjas, y para ello deberemos abrirnos paso entre las azules, que como podéis apreciar en la foto son las que predominan en cada pantalla.
También hay casillas moradas, que aumentan nuestra puntuación, y las verdes que activan las habilidades especiales.
Si conseguimos romper la última casilla naranja antes de que se acaben las bolas, terminamos el nivel al son del Himno de la Alegría de Beethoven (cómo me reí la primera vez que lo oí) y la pantalla llenándose de fuego artificiales.
Lo que nos ha gustado:El colorido de los gráficos es algo a lo que los muchachos de Pop Cap Games ya nos tienen acostumbrados.
Transmiten buen humor y ganas de jugar en todos sus pixels, y los personajes que se encargan de ayudarnos a avanzar son de lo más divertido.
Atención a sus caras y a cómo nos siguen con la mirada cuando movemos el cursor por la pantalla.
El sonido es genial.
Ruiditos de pinball, una música que pasa desapercibida y acompaña a la perfección cada partida sin hacerse pesada, y unos efectos muy divertidos cuando logramos alguna hazaña haciendo rebotar las bolitas.
El sistema de juego es todo lo simple que puede llegar a ser un pinball, y eso es precisamente lo que lo hace tan atractivo.
Los rebotes inesperados, las carambolas espectaculares, y unos decorados y configuraciones de casillas que nunca se repiten hacen que cada nivel sea una auténtica obra de arte.
Cada conjunto de fases tiene una temática variada y unas habilidades únicas, según quién sea el personaje que nos hace de tutor.
La calabaza de Halloween nos lleva a decorados tenebrosos y nos da la habilidad de usar la bola fantasma, o el Búho, que con su sabiduría calculará el mejor tiro para conseguir el máximo éxito en nuestro disparo.
El zoom que hace la pantalla para mostrarnos el último tiro es lo más esperado al final de cada fase.
Aparte de ganar podemos ver cómo comienza a subir el marcador, la Extreme Fever se dispara y los fuegos artificiales y la música llegan a lo más alto.
Por supuesto podemos ver la repetición tantas veces como queramos.
Lo que no nos ha gustadoMe atrevería a decir Peggle tiene poco o nada de negativo, al menos para cualquier fan de los arcades y los juegos que nos permiten jugar durante 10 minutos o montones de horas.
Lo único malo es que, como todo lo bueno, tarde o temprano se acaba.
Pero la posibilidad de volver a jugar los niveles que más nos gusten lo compensa.
Que todavía no tenemos noticias del próximo Peggle en Xbox Live Arcade, aunque estoy seguro de que no tardará en llegar.
Viendo lo que no nos ha gustado podéis deducir que un servidor se ha hecho fan incondicional de este juego.
Mis más sinceras felicitaciones a Pop Cap Games.
Espero que nunca bajen ese nivel.
A continuación os dejo un vídeo que ilustra la mecánica de juego de Peggle, por si os queda alguna duda.

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