La inteligencia ucraniana anuncia un hito en la guerra moderna con drones marítimos
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Un ataque sin precedentes en la guerra moderna
El 2 de mayo de 2025, Ucrania hizo historia al derribar un avión de combate ruso Su-30 utilizando un dron náutico de tipo Magura. Este evento, anunciado por la dirección de inteligencia del Ministerio de Defensa ucraniano (GUR), marca un hito significativo en la evolución de las tácticas militares modernas.
La operación se llevó a cabo en el mar Negro, cerca del puerto de Novorosíisk, donde se ha concentrado gran parte de la flota rusa tras la anexión de Crimea.
Detalles del ataque y su impacto
El ataque fue realizado por una unidad especial del GUR en colaboración con el Servicio de Seguridad de Ucrania (SBU) y las Fuerzas de Defensa de Ucrania.
El dron Magura lanzó un misil que impactó directamente en el Su-30, valorado en aproximadamente 50 millones de dólares. Tras el impacto, el avión comenzó a arder y finalmente se hundió en las aguas del mar Negro. Este suceso no solo resalta la efectividad de los drones en operaciones militares, sino que también establece a Ucrania como pionero en el uso de drones náuticos para derribar aviones de combate.
Un contexto de creciente tensión militar
Este ataque se produce en un contexto de intensificación de las hostilidades en la región. En diciembre del año anterior, las fuerzas especiales ucranianas ya habían logrado derribar dos helicópteros Mi-8 rusos utilizando el mismo tipo de dron. Además, el Ministerio de Defensa de Rusia había reportado la destrucción de varios misiles y drones en el mar Negro, lo que indica un escenario de guerra cada vez más complejo y tecnológico. La capacidad de Ucrania para llevar a cabo este tipo de operaciones subraya la importancia de la innovación en el campo de batalla y el uso de tecnología avanzada en conflictos modernos.
Reacciones y consecuencias del ataque
El gobernador de Novorosíisk, Andréi Krávchenko, confirmó en su canal de Telegram que la ciudad portuaria había sufrido un ataque masivo, resultando en daños a infraestructuras locales, incluidos tres silos de grano, y dejando al menos cinco personas heridas, entre ellas dos menores. Este ataque no solo tiene implicaciones militares, sino que también afecta la vida civil en la región, exacerbando la crisis humanitaria en un conflicto que ya ha causado un gran sufrimiento.
La capacidad de Ucrania para realizar este tipo de ataques con drones náuticos podría cambiar la dinámica del conflicto y servir como un modelo para futuras operaciones militares en todo el mundo. A medida que la guerra en Ucrania continúa, el uso de tecnología innovadora se convierte en un factor crucial en la estrategia de defensa y ataque del país.
