El Gobierno de Salvador Illa ha aprovechado el regreso de Laboratorios Ordesa a Barcelona desde Huesca para subrayar que esto representa una “señal de que la normalidad se está reinstaurando en Catalunya”. Según fuentes del departamento de Economía, dirigido por Alicia Romero, “es un hecho positivo”.
Sin embargo, la situación es diferente para otras grandes empresas catalanas que, al igual que Laboratorios Ordesa, trasladaron su sede en 2017 tras el referéndum del 1-O. La mayoría de ellas no parecen planear regresar a Catalunya en el corto plazo y han optado por no realizar comentarios al respecto.
Ejemplos de esto son CaixaBank, que ha mantenido su postura, y otras como Banc Sabadell, Naturgy, Cellnex, Occident o la Fundació La Caixa, que también han decidido no pronunciarse.
La realidad para muchas de estas empresas, que cambiaron su domicilio, es distinta y tienen una fuerte presencia en Madrid.
Por otro lado, la Conselleria de Empresa, liderada por Miquel Sàmper, explicó que “este Govern se enfoca en la gestión en lugar de en el ruido o en gestos que han caracterizado etapas pasadas”. A pesar de que el regreso de Laboratorios Ordesa a Catalunya se formalizó en el BOE esta semana, la decisión se tomó hace varios meses.
Las mismas fuentes resaltaron que “el departamento de Empresa está comprometido en crear y mantener un ambiente de confianza y condiciones favorables, lo cual es fundamental para atraer inversores y proyectos empresariales”.
Josep Santacreu, líder de la Cambra de Comerç de Barcelona, expresó ayer su satisfacción por la decisión de varias empresas de reinstalar su sede en Barcelona. Según comentó, “Catalunya es un referente económico dentro del país, y no deberían haber abandonado su base aquí”. Santacreu hizo hincapié en que “muchas de las compañías que se fueron tienen su actividad principal en Catalunya, así que su regreso representa la normalización de un proceso en términos técnicos y operativos”. Para Pimec, este movimiento es “una clara señal de confianza en el potencial económico y empresarial de nuestra región”.
La patronal Foment eligió no opinar al respecto; sin embargo, su presidente, Josep Sánchez Llibre, mencionó esta semana que con una economía estable, una política consistente y un entorno seguro, “las empresas, sin necesidad de que les pidamos que regresen, lo harán”.
La Cambra sostiene que “las empresas que se fueron mantienen la mayor parte o la totalidad de sus operaciones en Catalunya, por lo que su retorno es un paso hacia la normalización operativa”.
Por otro lado, representantes de Laboratorios Ordesa afirmaron el martes que su vuelta responde a motivos organizativos. No obstante, su salida en octubre de 2017 fue resultado de la crisis generada por el referéndum del 1-O. Esta firma, que trasladó su sede a Huesca, fue una de las más de 4.000 empresas que optaron por mudar su domicilio social a distintas áreas de España en un corto periodo.
Después de siete años, muchas de aquellas compañías, especialmente las más grandes, han experimentado cambios significativos en su situación, aumentando el número de empleados, en particular en el área directiva en Madrid. Durante este tiempo, CaixaBank ha incorporado a Bankia, que previamente tenía su sede en Valencia. Por su parte, Banc Sabadell enfrenta una oferta pública de adquisición hostil del BBVA, lo que podría poner en riesgo su continuidad. A diferencia de estos dos bancos, que reubicaron sus sedes a Valencia y Alicante, otras grandes empresas como Naturgy, Cellnex y Occident optaron por Madrid para establecerse.