La historia de Fadaic y su singular legado tras la muerte de su propietaria

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Una herencia inesperada para la Generalitat
La Generalitat de Catalunya ha recibido una herencia poco común: una fábrica de pasta para canelones y lasañas, conocida como Fadaic, ubicada en Ripollet, en la comarca del Vallès Occidental. Este legado se produce tras el fallecimiento de su propietaria, Manuela Marimon, quien dejó todos sus bienes al hospital Sant Joan de Déu.
Sin embargo, la naturaleza del patrimonio llevó a que el centro sanitario rechazara la herencia, activando así el proceso de sucesión intestada.
La historia de Fadaic y su fundadora
Fadaic fue fundada en 1961 por Manuela Marimon y su esposo.
A pesar de las dificultades personales, incluyendo la muerte prematura de su marido, Marimon se dedicó por completo a la empresa, convirtiéndola en un referente en la elaboración artesanal de pasta. Con más de 60 años de historia, la compañía ha mantenido un enfoque en la calidad, sirviendo a restaurantes y tiendas gourmet. En 2023, la empresa reportó ingresos de 390.498 euros, un incremento del 9% respecto al año anterior, lo que demuestra su viabilidad y potencial en el mercado.
El futuro de la fábrica y su subasta
La Generalitat ha decidido subastar la fábrica, con un precio de salida de 296.155 euros. La subasta está programada para el 4 de julio, y el nuevo propietario deberá garantizar la continuidad de los puestos de trabajo durante al menos un año. Este proceso no solo es un paso hacia la reactivación de la empresa, sino que también representa un compromiso con la comunidad laboral que ha estado vinculada a Fadaic. Además, los ingresos obtenidos de la venta se destinarán a fines sociales y culturales, asegurando que el legado de Manuela Marimon continúe beneficiando a la sociedad.