El Parlamento belga aprueba la derogación de la ley que limitaba la energía nuclear

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Un cambio legislativo significativo
El Parlamento federal de Bélgica ha dado un paso decisivo al aprobar la derogación de la ley de 2003 que obligaba al país a abandonar la producción de energía nuclear en 2025. Esta decisión, impulsada por el gobierno, marca el inicio de una nueva era en la política energética belga, donde la electricidad atómica vuelve a ser considerada una opción viable.
El ministro de Energía, Mathieu Bihet, expresó su satisfacción, señalando que la energía nuclear había sido marginada durante demasiado tiempo en Europa debido a dogmas que ahora parecen estar cambiando.
La propuesta fue respaldada por los partidos que conforman la coalición de gobierno, incluyendo a los nacionalistas flamencos y los liberales francófonos, entre otros.
Sin embargo, no todos los partidos estuvieron de acuerdo; el Partido Socialista valón y el partido ecologista Ecolo-Groen votaron en contra o se abstuvieron. A pesar de esto, una encuesta reciente reveló que el 69% de los belgas apoya la prolongación de la vida útil de los reactores nucleares, lo que indica un cambio en la percepción pública sobre la energía atómica.
Desafíos y oportunidades en el sector nuclear
El nuevo marco legislativo busca eliminar las barreras que han limitado la inversión en el sector nuclear. Sin embargo, la empresa que opera las centrales nucleares, Engie Electrabel, ha manifestado que no tiene interés en extender su operación. Esto plantea un desafío significativo para el gobierno, que deberá buscar nuevos operadores para garantizar la continuidad de la producción de energía nuclear en el país. Además, se ha anunciado la creación de un Alto Consejo del Abastecimiento Energético, que deberá presentar un informe intermedio antes de finalizar el año.
El futuro de la energía nuclear en Bélgica
Bélgica cuenta actualmente con siete reactores nucleares, distribuidos entre las centrales de Doel y Tihange. A pesar de que uno de los reactores de Doel fue cerrado en 2022, el gobierno tiene planes para extender la vida útil de los restantes. En paralelo, se ha iniciado la construcción de un innovador reactor nuclear cerca de Amberes, que promete generar significativamente menos residuos que los reactores tradicionales y se espera que contribuya a la lucha contra el cáncer. Este desarrollo subraya el compromiso de Bélgica con la energía nuclear como parte de su estrategia energética a largo plazo.