Un estudio revela cómo la subida del SMI afecta a la ocupación en España.

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Introducción al salario mínimo en España
Desde el año 2018, el Salario Mínimo Interprofesional (SMI) en España ha experimentado un aumento significativo del 61%, alcanzando actualmente los 1.184 euros. Este cambio ha generado un intenso debate sobre sus efectos en el mercado laboral, especialmente en las pequeñas empresas que constituyen la columna vertebral de la economía española.
En este contexto, un reciente estudio de la Fundación de Estudios de Economía Aplicada (Fedea) ha analizado el impacto de la subida del SMI en 2019, cuando se produjo un salto de 736 a 900 euros.
El efecto en las pequeñas empresas
El estudio de Fedea destaca que la subida del SMI tuvo un impacto “muy significativo” en las pequeñas empresas, donde una gran parte de los empleados se vio afectada por el aumento. En particular, se observó una reducción del crecimiento del empleo de hasta 4,5 puntos porcentuales en empresas con menos de cinco trabajadores. Este dato es alarmante, ya que sugiere que las pequeñas empresas, que suelen operar con márgenes más ajustados, son las más vulnerables a los cambios en el salario mínimo.
Calidad del empleo y contratos laborales
Además del impacto en la cantidad de empleo, el estudio también señala un deterioro en la calidad del empleo. En empresas de hasta 250 trabajadores, se registró un aumento tanto en las salidas como en las entradas de trabajadores, lo que indica una mayor rotación laboral. Esto se traduce en menos contratos permanentes y un incremento en la sustitución de contratos temporales a tiempo completo por otros a tiempo parcial. Este fenómeno es preocupante, ya que puede llevar a una mayor precariedad laboral y a una disminución de la estabilidad en el empleo.
Implicaciones a largo plazo
Los efectos de la subida del SMI no son inmediatos, pero pueden tener repercusiones a largo plazo. Marcel Jansen, investigador de Fedea, sugiere que, aunque los despidos y no renovaciones pueden no ser tan evidentes, las empresas podrían ser más cautelosas al realizar nuevas contrataciones. Esto podría resultar en una menor creación de empleo en el futuro, especialmente en un contexto donde la reforma laboral busca reducir la temporalidad en el empleo. Por lo tanto, es crucial seguir monitorizando el impacto de futuras subidas del SMI y su relación con la calidad del empleo en España.