El nuevo plan busca reducir plazos y simplificar procesos en la concesión de ayudas.
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Un cambio necesario en la gestión de subvenciones
La Generalitat de Catalunya, bajo la dirección del presidente Salvador Illa y la consellera Alícia Romero, ha decidido dar un paso adelante en la gestión de subvenciones. Cada año, se distribuyen más de 3.100 millones de euros en ayudas, beneficiando a 3,4 millones de particulares, empresas y entidades.
Sin embargo, la tramitación de estas ayudas ha sido históricamente lenta, con un promedio de casi un año desde la creación de una convocatoria hasta su concesión. Este nuevo plan busca reducir en un 30% los plazos de tramitación, publicación, evaluación y concesión de las ayudas.
Objetivos del nuevo plan de racionalización
El objetivo principal de este plan es agilizar el proceso de concesión de ayudas, que actualmente se ve afectado por procedimientos obsoletos. Desde hace más de una década, no se han actualizado las bases reguladoras que rigen el reparto de subvenciones. La Generalitat pretende revisar la normativa sobre la justificación y acreditación de las ayudas, simplificando así los trámites para los beneficiarios. Además, se realizará un análisis exhaustivo de la eficacia de cada ayuda, buscando coordinar políticas entre las diferentes administraciones y evitar duplicidades en las subvenciones.
Beneficiarios y distribución de las ayudas
Más de la mitad de los 3.100 millones de euros en ayudas se destina a sociedades y personas jurídicas, mientras que el resto se reparte entre corporaciones locales, asociaciones y particulares. El departamento de Drets Socials es el que concentra más del 90% de los beneficiarios, destacando prestaciones como la Renta Garantizada de Ciudadanía. Esta renta se complementa con el ingreso mínimo vital, una medida impulsada por el Gobierno central en los últimos años.
Un sistema más eficiente para el futuro
La Generalitat está trabajando en un nuevo sistema para tramitar subvenciones y ayudas, que se espera esté listo en septiembre. Este mecanismo tiene como objetivo reducir la burocracia y acelerar los procesos administrativos, facilitando así la relación entre los contribuyentes y la administración. La intervención general de la Generalitat está llevando a cabo un plan de racionalización que no solo busca simplificar los procesos, sino también garantizar que las ayudas lleguen a quienes realmente las necesitan, evitando la acumulación de subvenciones en pocas manos.
